Están entre nosotros, forman parte de nuestra vida y a veces parecen inseparables de nuestras compras. Esto es así porque se ha llegado a un punto en el que se cogen, se ofrecen, se compran y se desechan las bolsas de plástico con una facilidad desbordante.
Todo esto ha aportado una comodidad a nuestra vida que repercute de forma directa en el planeta ya que cada día llegan miles de bolsas plásticas a entornos naturales y pasarán siglos antes de que desaparezcan.
Se trata de un modo de vida absolutamente insostenible ya que nuestro ritmo de consumo está muy por encima de la capacidad de recuperación del planeta. Esta es la razón principal para dejar de consumir tanto plástico en nuestra vida diaria, aunque se puede acompañar de otras muchas razones.
Lo cierto es que no supone un gran esfuerzo hacer pequeños cambios cotidianos que nos lleven a la reducción en el consumo de plásticos sin notar una pérdida de comodidad en nuestra vida diaria. El único esfuerzo que hay que hacer es tomar conciencia de la necesidad imperiosa de minimizar la presencia de plásticos en nuestras casas y comenzar a hacerlo.
¿Cómo reducir el plástico?
Solo hay que pararse a pensar un momento en todos los productos plásticos y envases de este tipo de material que tenemos en casa. Tras un rápido recuento es fácil darse cuenta de cuántos de estos plásticos vamos a usar inmediatamente después de su función actual y cuáles serán desechados directamente. Las cifras en un solo hogar son alarmantes y esto se hace notar en lo rápido que se llena el cubo de la basura que dedicamos a los envases.
Este sencillo ejercicio será suficiente para tomar conciencia y también para tener algunas ideas sobre cómo eliminar el consumo de estos envases sustituyéndolos por otros de otro tipo más sostenible.
Podemos empezar, por ejemplo, por comprar menos productos envasados en plásticos desechables y comenzar a comprar los que se empaquetan en cartón. El cartón se recicla con mucha más facilidad y se degrada rápidamente cuando por fin es desechado.
Otra de las fórmulas más comunes y que más plásticos ahorra a nuestro planeta es la utilización de bolsas de algodón cuando vamos a la compra. En lugar de comprar las bolsas plásticas que nos ofrecen en los comercios, es recomendable invertir en buenas bolsas fabricadas 100% de algodón que podremos usar de forma reiterada. Cuando estas bolsas llegan a final de su vida se degradan con gran rapidez porque son fabricadas con material orgánico.
Otras fórmulas
El estudio por parte de los científicos especializados para encontrar nuevos materiales más sostenibles y el apoyo por parte de los gobiernos son también pasos imprescindibles en el duro trabajo de reducir las emisiones de plásticos a los entornos naturales.
Son necesarias medidas de concienciación de la población, nuevas leyes que endurezcan las penas a las industrias contaminantes y otras que favorezcan la reducción de productos plásticos en los comercios. Entre todos hacemos mucho más.