"Es necesario contar con la supervisión de los temas ASG desde el directorio para que sea integrado de manera sistémica en las operaciones y toma de decisión", señaló Baker.
"Un gran desafío para este 2023 sería simplificar el lenguaje para que otros stakeholders se puedan informar acerca de la gestión ESG de una empresa con indicadores comparables", señaló Sotta.
"Es primordial que las empresas demuestren un enfoque holístico ESG, integrando una visión estratégica de sostenibilidad en el núcleo de su modelo de negocios y contribuyendo en la generación de valor a largo plazo para sus inversionistas, proveedores, trabajadores, consumidores y comunidades", señaló Méndez.
"La tendencia es a la integración con la data financiera, lo que requiere revisar gobernanza y modelos de control de gestión en las empresas, y también desarrollar capacidades, no sólo pensando en el ejercicio de reporte anual, sino como insight continuo para la toma de decisiones", aseguró García.
"Ante la crisis climática que vivimos, es prioritario enfocarse en tomar medidas sobre los riesgos ambientales y en particular adoptar compromisos y acciones para reducir drásticamente las emisiones de GEI", enfatizó Stevens.
"Un desafío no menor de los criterios ASG, es que requiere que todos los actores de mercado se involucren. Un inversionista necesita que las empresas comuniquen aspectos ASG así como también necesita que los reguladores o referentes de mercado den lineamientos para que la información comunicada sea relevante y comparable", enfatizó Tora.
"Entre los principales desafíos encontramos que las normas de divulgación de la sostenibilidad presionarán a empresas e inversores para que respondan y se adapten", enfatizó Lecaros.