Por Suzanne Wylie, Directora ejecutiva de Fundación Reforestemos
La crisis climática avanza a un ritmo implacable y sus efectos se hacen sentir con fuerza. La pérdida de bosques, que todavía cubren cerca del 30% del planeta, es la segunda causa del cambio climático a nivel global, y cada año desaparecen franjas del tamaño de Panamá, con consecuencias devastadoras para la biodiversidad. En Chile, la situación no es menos alarmante: llevamos más de 15 años en estado de sequía y, según el último balance del MOP, al menos 58 comunas enfrentan escasez hídrica. A esto se suma la amenaza de los incendios forestales, que en la última década han arrasado con aproximadamente 1,7 millones de hectáreas, según cifras de CONAF.
En el marco del Día Mundial de los Bosques, me gustaría recordar que la restauración, incluyendo acciones de reforestación nativa, se presenta como una estrategia clave para mitigar los efectos del cambio climático y recuperar los ecosistemas afectados. Sin embargo, la magnitud del desafío demanda la colaboración activa de diferentes sectores de la sociedad. Solo a través de una alianza entre organizaciones no gubernamentales, empresas, comunidades locales y entidades gubernamentales podremos generar un impacto positivo y duradero.
Un ejemplo destacado de esta colaboración es la Alianza “Reforestemos Juntos”, que hemos impulsado junto a importantes actores como Nestlé, P&G Chile y Walmart Chile. Gracias a esta iniciativa, estamos contribuyendo a recuperar áreas afectadas por incendios y a la conservación de la biodiversidad. En el marco de dicha alianza, nos comprometimos a alcanzar la meta de reforestar con 60.000 árboles nativos para 2025, tanto en parques nacionales, como terrenos de emprendedores locales comprometidos con el planeta, plantando juntos para dejar este legado de biodiversidad.
La sensibilización y la participación de la ciudadanía son elementos fundamentales para garantizar la sostenibilidad de nuestras iniciativas y fomentar una cultura de respeto y protección del medio ambiente.
En esta tarea, además han sumado a sus colaboradores para realizar labores de voluntariado y aportar a la preparación de terrenos para la reforestación en comunas donde están presentes involucrando a sus comunidades, así como en labores de recuperación de zonas afectadas por incendios.
Acciones como estas demuestran que la colaboración entre distintos actores puede generar cambios reales y sostenibles. Cada árbol plantado es un paso más hacia un futuro sostenible y siempre es momento de estimular a la acción a todos los sectores de la sociedad e impulsar acciones concretas para proteger y restaurar nuestros bosques, asegurando un planeta más habitable para las generaciones presentes y futuras.
El desafío es grande, pero si unimos esfuerzos, podemos lograr que la recuperación de nuestros ecosistemas sea una realidad, y no solo una esperanza.