¿Qué pasaría si todos pudiéramos “ver” a Condorito, sin importar nuestras capacidades visuales? Esa es la apuesta de “Condorito Inclusivo”, una iniciativa pionera en Chile que adapta el icónico cómic al Braille y otros formatos accesibles. Gracias a innovadoras técnicas táctiles y de lectura abierta, este proyecto está acercando la cultura popular chilena a un público más amplio.
Un hito en accesibilidad y cultura
El proyecto, impulsado por el Centro de Cartografía Táctil (CECAT) de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM) en colaboración con SENADIS, ha marcado un antes y un después en la inclusión de personas ciegas, con baja visión y neurodivergencias en la lectura de historietas.
La primera fase del proyecto, lanzada en 2019, incluyó seis revistas dedicadas a personajes emblemáticos como Condorito, Yayita, Pepe Cortisona y Doña Tremebunda. La segunda entrega, realizada en 2024, amplió la colección con Yuyito, Genito, Cabellos de Ángel y Tomate, alcanzando un total de 12 tomos accesibles.
Cada edición cuenta con texto en Braille, macrotipos para facilitar la lectura y láminas en relieve que permiten “ver” a los personajes a través del tacto. Además, están diseñadas con materiales que garantizan durabilidad y alta legibilidad.
Lectores que “ven” con el tacto
El impacto de este proyecto ha sido profundo. Para Patricio, lector ciego, la experiencia fue transformadora: “Lo que más me llamó la atención es cómo se pudo representar a los personajes y escenas a través de láminas táctiles. Es impresionante cómo se puede distinguir la forma de Condorito por el tacto, algo que no imaginaba posible antes de tener la edición en Braille”, comenta.
Patricio también destaca la importancia de ampliar la accesibilidad cultural: “Esto nos da independencia en el conocimiento. Ahora, ojalá que este tipo de iniciativas se extiendan a otros ámbitos, como el acceso a la información en las votaciones”.
Más allá del entretenimiento: un paso hacia la inclusión real
En septiembre de 2024, la colección completa de Condorito Inclusivo fue distribuida gratuitamente a bibliotecas e instituciones para personas ciegas y neurodivergentes en todo Chile.
“El objetivo es que estos ejemplares no sean solo una pieza de colección, sino que las personas realmente puedan usarlos y disfrutar de ellos”, explica Enrique Pérez de Prada, director del CECAT.
Para la UTEM y el CECAT, este proyecto demuestra el poder de la cultura como una herramienta de inclusión real. “No se trata solo de acceso a la información, sino también de brindar entretenimiento y educación a quienes históricamente han tenido menos oportunidades de disfrutar expresiones culturales”, concluye Pérez de Prada.