Chile tiene la tasa más alta del mundo de mortalidad de ballenas por colisiones con embarcaciones

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Un nuevo estudio publicado en la prestigiosa revista Marine Policy revela que el país tiene la tasa más alta del mundo de mortalidad de ballenas por choques con embarcaciones en los últimos 10 años.

Un reciente estudio publicado en la revista internacional Marine Policy identifica a Chile como el país con la mayor tasa de mortalidad de ballenas por colisiones con embarcaciones a nivel mundial desde el año 2013. La investigación fue llevada a cabo por un equipo multidisciplinario de 22 expertos, entre ellos, médicos veterinarios, biólogos marinos, oceanógrafos y tomadores de decisiones.

La investigación analizó datos de 52 años (1972-2023) de varamientos de grandes cetáceos en la costa chilena recopilados por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, (SERNAPESCA), además de universidades, ONGs y agrupaciones de expertos. Los resultados destacan un alarmante aumento en las mortalidades de ballenas por colisiones y su clara relación con el tráfico marítimo.

De las 226 ballenas muertas varadas registradas en la costa de Chile, el 62% corresponde a casos en los que no se pudo determinar la causa de muerte. En los casos con causa identificables, casi un tercio, el 28%, se atribuyó a colisiones, seguido de un 7% a enmallamientos y un 3% a depredación natural. Esto pone, por lejos, a las colisiones con embarcaciones como la principal causa de muerte no natural en ballenas en Chile.

“Estas cifras probablemente subestiman la magnitud del problema, ya que muchos cadáveres nunca llegan a varar en nuestras playas y a ser registradas, debido a las dificultades para realizar necropsias en áreas remotas. Todavía la mayoría de los casos de varamiento permanecen inconclusos”, señala el Dr. Frederick Toro, médico veterinario de la ONG Panthalassa, académico de la Universidad Santo Tomás y autor principal del estudio y agrega que“nadie en el grupo de autores de este estudio esperaba resultados tan alarmantes; nunca imaginamos que Chile liderara en colisiones con cetáceos durante la última década”.

El estudio analizó la coocurrencia de las distintas flotas de tráfico marítimo con las colisiones, indicando la ocurrencia de colisiones con de la flota acuícola en el sur de Chile; la flota de pesca artesanal en Chile central; la flota industrial en el norte; y la flota de carga en todos los puertos principales al largo del país. El trabajo determinó que las colisiones ocurren todo el año, pero su incidencia aumenta entre enero y mayo, con un pick en abril.

Considerando datos históricos desde 1972 a la fecha, Chile ocupa el sexto lugar en mortalidad de colisiones. Sin embargo, cuando el análisis se reduce a los últimos 12 años, desde el 2013 cuando se empiezan a hacer necropsias de manera más sistemática, Chile pasa a liderar la mortalidad de ballenas por colisión con un promedio de cinco muertes de grandes cetáceos anualmente. Los autores del estudio explican este aumento alarmante a tres principales efectos: el aumento en las últimas décadas del tráfico marítimo, un posible aumento —aún no confirmado— en algunas poblaciones de ballenas luego del cierre de la caza comercial en los años 80, y la mejora en la capacidad de respuesta y diagnóstico de estos eventos. 

Los autores enfatizan que las cifras presentadas en el estudio, son una mortalidad mínima y, sin duda, una subestimación del verdadero problema. Ha sido demostrado que, en muchos casos de colisión, posiblemente la mayoría, los cuerpos de las ballenas se hunden o derivan fuera de la costa con la corriente. Los cuerpos de ballenas que llegan a la costa son la verdadera “punta del iceberg”.

La ballena fin es la especie más afectada (37% de los casos), seguida por la ballena jorobada (21%), y las ballenas azul y sei (ambas con 11%). Las diferencias entre las especies se podrían explicar por diferencias en la abundancia total de las distintas especies, a diferencias en el nivel de sobreposición de cada especie con zonas de alto tráfico y en diferencias de conducta que aun no se entienden bien.

Patagonia

Otro ejemplo es la ballena jorobada (categoría Vulnerable) que está presente en toda la costa, pero fuertemente concentrada en la zona sur-austral de país, registra altos niveles de colisiones debido al tráfico asociado a Punta Arenas y el Estrecho de Magallanes. Lo mismo para la ballena sei (categoría en Peligro Crítico).

Este estudio se suma a otros recientes que hemos levantado durante los últimos años para determinar las áreas más importantes para la conservación de los cetáceos, los procesos que hacen de estas áreas importantes y las amenazas que se ciernen sobre estas especies. Espero que estos trabajos sean considerados prontamente para implementar medidas de manejo y mitigación, especialmente en aquellas regiones donde la situación parece ser más crítica”, explica el Dr. Luis Bedriñana, investigador del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh), COPAS Coastal, CBA y co-autor del trabajo.

“Esta investigación nos muestra que seguimos matando a las ballenas porque el océano se ha vuelto una verdadera carretera de alto tránsito para todo el comercio que hacemos”, concluye la Dra. Susannah Buchan, oceanógrafa del COPAS Coastal, CEAZA y coautora del estudio.

ECOLÓGICA

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