Por Ariel Jeria, Gerente general de Rompecabeza/Mentor Startup Chile
Emprender es un camino lleno de desafíos y aprendizajes. Contar con un mentor o director puede marcar la diferencia entre avanzar con estrategia o tropezar repetidamente. En este sentido, se pueden definir algunas recomendaciones que todo emprendimiento debe considerar para aprovechar al máximo esta relación:
En primer lugar, es necesario definir metas claras y medibles. Una mentoría es efectiva cuando se basa en objetivos específicos. Antes de iniciar, hay que identificar qué se espera lograr: ¿Mejorar el modelo de negocio? ¿Aumentar las ventas? ¿Optimizar la estrategia digital? Con metas claras, será más sencillo medir el progreso y ajustar el rumbo según los resultados obtenidos. Además con los objetivos claros se puede elegir el perfil del mentor o su especialización.
También es imprescindible ser transparente sobre los desafíos. Un error común en los emprendedores es maquillar los problemas por temor a parecer débiles. La honestidad es clave en una mentoría. Hablar abiertamente sobre los retos, desde problemas financieros hasta dudas sobre el mercado, permite que el mentor aporte soluciones relevantes y efectivas. No hay que tener miedo a mostrarse inexperto o con dudas sobre cosas de la propia empresa.
Es importante escuchar, pero tomar decisiones propias. El mentor o director no está para dictar órdenes, sino para ser un guía. Hay que absorber sus consejos y experiencias, pero la responsabilidad final es de cada uno. Evaluar cada sugerencia en el contexto del negocio y tomar decisiones alineadas con la visión y valores harán que se pueda defender una idea propia con un mentor, y con eso tomar decisiones más seguro de lo que uno ya estaba.
Siempre hay que estar preparado para una reunión.Revisar lo conversado en la sesión anterior, avanzar con responsabilidad en los compromisos adquiridos y mantener preguntas o temas puntuales garantiza un mejor aprovechamiento del tiempo. Estar preparado es una muestra de respeto por la mentoría y refuerza el compromiso con el crecimiento del negocio.
Una clave: mentalidad de crecimiento. El camino del emprendimiento requiere flexibilidad y aprendizaje constante. Aceptar críticas constructivas y no temer a salir de la zona de confort son elementos fundamentales. La digitalización, por ejemplo, es una oportunidad inmensa para pequeñas empresas; pues permite explorar estrategias como marketing en redes sociales, SEO y publicidad segmentada para maximizar el alcance.
Recibir una mentoría de manera obligatoria no es una opción, ya que será una pérdida de tiempo para ambas partes. La relación con un mentor no es un monólogo, sino un diálogo. Por eso, es importante prepararse para preguntar, debatir y reflexionar. Al final, una mentoría efectiva no solo ayudará a la empresa a crecer, sino que colaborará en una transformación profesional del propio emprendedor, para liderar con visión y propósito.
