En el marco de su compromiso con la sostenibilidad y el bienestar de las personas, Unilever Chile, desarrolla proyectos de voluntariado corporativo que buscan generar un impacto positivo más allá de sus productos.
Uno de los pilares principales de estas iniciativas es el Programa para la Autoestima, una acción liderada por la marca Dove que, durante los últimos 20 años, ha trabajado para fortalecer la autoestima de niñas, niños y jóvenes. El programa se centra en ayudarles a superar la ansiedad y a entender la influencia de los medios sobre la imagen corporal, promoviendo la confianza y el bienestar emocional. Bajo la premisa de que “la belleza debería ser una fuente de confianza y no un factor de ansiedad”, este proyecto busca empoderar a las nuevas generaciones, señalaron en Unilever.
Como parte de este compromiso, Unilever organiza los llamados Dove Day, una instancia de impacto directo en comunidades educativas. En su última edición, más de 60 colaboradores de la empresa visitaron un colegio y trabajaron con más de 1.000 estudiantes, implementando talleres y actividades centradas en los objetivos del programa.
La importancia del voluntariado corporativo
El voluntariado corporativo es una extensión del impacto positivo que Unilever busca generar. “Nos centramos en hacer que el progreso de la sostenibilidad sea parte integral de nuestro desempeño empresarial. Nuestro enfoque es menos, mejor y con mayor impacto”, enfatizan. Este tipo de actividades no solo refuerzan los valores de la organización, sino que también consolidan el propósito de la compañía de contribuir al bienestar de las personas y las comunidades.
Con un equipo de voluntarios que supera las 60 personas anualmente, Unilever demuestra que las iniciativas corporativas pueden trascender las acciones tradicionales y convertirse en un motor de cambio social. El Programa para la Autoestima es un ejemplo tangible de cómo una empresa puede alinear sus objetivos organizacionales con la generación de un impacto sostenible en la sociedad.