Por Penélope García Pérez, Subgerente Innovación Corporativa de Empresas Iansa
Empresas Iansa nace como una industria nacional con el objetivo de dinamizar la deprimida economía del sur de Chile. Los gobiernos de la época, reprodujeron el modelo económico que giraba en torno al azúcar en países como Alemania o Francia en la década de los 40’. Se trataba de una cadena productiva innovadora en Chile, que comenzaba en el mundo agrícola y terminaba con el paquete de azúcar en la mesa de la mayoría de chilenos y chilenas.
En 1988 la Industria Azucarera Nacional se privatiza y es a partir de ese momento que inicia su diversificación comercial comenzando con su primera gran innovación, el uso de la coseta como ingrediente para alimentación animal, la que hasta ese momento era un residuo de la industria azucarera. En ese entonces se conocía muy poco el concepto de “economía circular” y esta empresa ya lo ponía en práctica.
En la década de los noventa comienza a expandirse al negocio de los jugos concentrados, insumos agrícolas y al mercado de alimentos para mascotas, además de iniciarse en la producción y exportación de pasta de tomates.
A partir del 2020 y luego de variadas innovaciones, se potencian renovadas líneas de negocio ligadas al mundo de los alimentos para dar respuesta a las nuevas necesidades de los consumidores.
En este ámbito, se genera una amplia línea de endulzantes y edulcorantes bajo la marca “Iansa Cero K” que muy recientemente ha marcado un hito en su desarrollo con el lanzamiento de formatos de recarga para parte de sus productos. Además de la línea de “Iansa Agro”, diversificando el portafolio de productos para platos preparados y legumbres listas y secas, donde IANSA no olvida su vinculación con el mundo agrícola.
En la búsqueda de una industria más sustentable, el área de “Insumos Agrícolas” está enfocada en el desarrollo de soluciones que buscan contribuir a una agricultura regenerativa, cuidando del suelo y no sólo de la planta. Por su parte, desde el área de “Nutrición Animal” se buscan soluciones que aumenten la salud de los animales y por ende, en el caso de los animales productores, el aumento de su productividad. Todo ello con el anhelo de disminuir la huella.
En el área de producción agrícola, un equipo de I+D+i cuenta y asesores técnicos buscan aumentar la rentabilidad del cultivo de remolacha para que este siga siendo interesante para los agricultores.
Innovación, reinvención y diversificación son las claves para un mundo en constante cambio. Así, la capacidad de adaptarse y evolucionar es un activo de valor incalculable, tal como lo demuestra la experiencia de Empresas Iansa con más de 70 años y que recordemos, este 2024 fue elegida como una de las Marcas Ciudadanas reconocidas por chilenos y chilenas.
