Por Fernanda Valdivieso, Gerenta de Sustentabilidad y Valor Compartido de Walmart Chile
Según el Índice de Desperdicio de Alimentos 2024 del PNUMA, 1.050 millones de toneladas de alimentos se pierden en el mundo al año, y Chile es parte de esa realidad. A nivel global, los hogares son responsables del 60% de esta merma, con un promedio de 132 kg de desechos por persona en 2022. Estas cifras reflejan un problema ético y social, que además tiene graves repercusiones medioambientales: contribuyen al 7% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
En Chile, según la foodtech, Cheaf, al menos 1,62 millones de toneladas de alimentos terminan en la basura anualmente. Sin embargo, en el último tiempo, se ha visto un cambio positivo: cada vez más chilenos están tomando conciencia sobre la importancia de no perderlos, transitando hacia prácticas más sostenibles. Sumado a esto, iniciativas que buscan abordar el desperdicio alimentario están ganando fuerza en nuestro país. Desde programas como “Imperfectas pero Buenas” de Walmart Chile, que en dos años ha rescatado más de 6 mil toneladas de frutas y verduras que no cumplen con los estándares estéticos, pero son perfectamente comestibles, hasta otros emprendimientos innovadores, el mercado está dando respuesta a esta problemática. Estos esfuerzos ayudan a reducir la cantidad de alimentos que terminan desechándose y permiten a los consumidores ahorrar en sus compras, un aspecto relevante en tiempos de inflación.
La conciencia ciudadana sobre este tema está creciendo y la importancia de adherirse al consumo responsable no puede ser subestimada. Al optar por productos que de otro modo serían desechados, cada consumidor contribuye a un ciclo de sostenibilidad que beneficia tanto al medioambiente como a su economía familiar. Celebremos el Día Mundial de la Alimentación como una fecha que nos moviliza y llama a la acción y compromiso de todos los chilenos.