Por Francisca Pacheco, gerenta de Economía Circular en Ecológica
En los últimos años, Chile ha avanzado significativamente en la implementación de políticas de economía circular y gestión de residuos, tanto industriales como domiciliarios. La aprobación de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) en 2016 marcó un hito, involucrando a las empresas en el reciclaje de sus productos. Además, iniciativas como el Plan Nacional de Gestión de Residuos y la estrategia de reducción de plásticos de un solo uso han impulsado una mayor conciencia ambiental. Sin embargo, seguimos teniendo un gran desafío por delante.
Según el Ministerio del Medio Ambiente, el país genera 19,6 millones de toneladas de residuos al año, de los cuales apenas el 20% se recicla. Esta cifra dista mucho de los objetivos establecidos por el gobierno, que busca alcanzar un 75% de revalorización para el año 2040.
Para disminuir esta brecha, no basta con aumentar la inversión en infraestructura y tecnología o establecer más incentivos para que las empresas adopten prácticas de economía circular. La falta de información y educación sobre reciclaje también contribuye a la baja tasa de revalorización, tanto en el ámbito industrial como domiciliario.
Es fundamental involucrar a todos los actores de la sociedad, desde ciudadanos hasta empresas y gobierno, para fomentar una cultura de responsabilidad compartida basada en educación, capacitación y compromiso con un reciclaje adecuado en cada etapa del proceso.
La visibilización de proyectos de valorización de residuos es crucial para fomentar la conciencia social, inspirar y movilizar a otros. Ese es el propósito de nuestros Premiso Cero Basura, que en sus cinco ediciones ha reconocido a varias iniciativas de empresas y organizaciones que están logrando un impacto positivo en la recuperabilidad de materiales, evitando que estos se vayan a rellenos sanitarios.
Un cambio cultural es indispensable para avanzar hacia una economía circular que no solo disminuya la brecha entre la generación de residuos y su revalorización, sino que también proteja nuestro medio ambiente y mejore la calidad de vida de todos los chilenos.