Mucho se ha hablado de la baja permanencia laboral de las nuevas generaciones, y pareciera que las frustraciones son mayores a las satisfacciones cuando nos referimos a la relación que los más jóvenes tienen con su trabajo. Sin embargo, un estudio de WeWork y Michael Page, pone en duda esta generalización, evidenciando que quizás sólo se trata de un mito en torno a la irónicamente denominada “generación de cristal”.
De acuerdo al estudio “Retos y perspectivas del trabajo: revelando las claves de la evolución laboral”, realizado en conjunto por WeWork y Michael Page, quienes comienzan su camino laboral, parecen estar más a gusto que quienes ya tienen más experiencia: el 43% de los centennials declaró tener alguna frustración con su trabajo, mientras que en el caso de los millennials y la Generación X, el 55% señaló sentirse insatisfecho.
Mientras la falta de planeación y foco, es un factor de frustración para las generaciones millennial y X, para los centennials no figura dentro de sus principales insatisfacciones, en cambio, la falta de liderazgo inspirador, sí aparece como una de las principales frustraciones. Si bien el salario continúa siendo un determinante transversal a todas las edades, los “no negociables” difieren entre cada generación.
Aunque la incorporación de los centennials al mundo laboral, presenta desafíos en torno a su baja permanencia en relación a otras generaciones, su habilidad para adaptarse rápidamente a las nuevas tecnologías, y su enfoque en la sostenibilidad y responsabilidad social, son cualidades que pueden beneficiar a las organizaciones, impulsando cambios y empresas más enfocadas en la sostenibilidad.
“La diversidad generacional enriquece los equipos, aportando una amplia gama de perspectivas y experiencias. Fomentar la colaboración entre distintas generaciones, permite crear entornos de trabajo más dinámicos, innovadores y resilientes”, señala Romina Diepa, People Manager de WeWork Cono Sur.
¿Qué valoran las generaciones en sus trabajos?
Entre quienes tienen más experiencia y quienes recién comienzan, las frustraciones y satisfacciones son distintas: factores como flexibilidad, enfoque, comunicación y carga laboral, son valorados en mayor o menor medida de acuerdo a cada generación:
- Generación X: para quienes nacieron entre 1965 y 1981, entre las principales razones de insatisfacción laboral, se encuentra el salario, la falta de foco estratégico y la falta de flexibilidad horaria. A diferencia de los más jóvenes, están más satisfechos con la conciliación entre trabajo y familia, y se muestran menos preocupados por la capacidad de establecer redes o networking.
- Millennials (nacidos entre 1981 y 1996): para quienes hoy representan la mayor fuerza laboral en Chile, las principales insatisfacciones apuntan, en primer lugar, a la falta de planeación y procesos, seguido por el salario y la falta de flexibilidad horaria. Para esta generación, el modelo de trabajo es uno de los principales factores que incide en su satisfacción laboral -la mayoría de los millennials afirmó trabajar bajo una modalidad híbrida-.
- Centennials: para los más jóvenes dentro de los equipos de trabajo, -quienes nacieron entre 1996 y 2009-, las principales frustraciones tienen que ver con el salario, falta de flexibilidad y falta de liderazgo inspirador. A diferencia de quienes tienen más experiencia, para los centennials, uno de los temas más relevantes, es la conciliación entre vida laboral y personal y el impacto que el modelo de trabajo puede generar en la productividad.
En los espacios de trabajo, es común encontrar a Generación X, Millennials y centennials, trabajando codo a codo, lo que representa desafíos y oportunidades para los profesionales de Recursos Humanos, quienes deben gestionar la diversidad generacional para garantizar el bienestar de los trabajadores y el éxito de los equipos.
