Expertos aseguran que la energía limpia no es la culpable del alza en las tarifas, sino un factor clave para estabilizarlas a largo plazo.
En medio del debate sobre las causas del alza en las tarifas eléctricas, un grupo de académicos asociados al Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) entregó una visión contraria a la opinión generalizada. Rodrigo Moreno, Matías Negrete Pincetic, Daniel Olivares y Rodrigo Palma, autores de un reciente estudio, aseguran que la energía renovable no solo es fundamental para combatir el cambio climático, sino que también ha sido un factor clave para limitar el impacto de las alzas en los bolsillos de los consumidores.
“Todos nuestros análisis, desde hace casi una década, concluyen invariablemente que una mayor participación de energías renovables es un elemento central no sólo para la lucha contra el cambio climático, sino que también para la eficiencia económica del sistema eléctrico”, señalan.
Los investigadores explican que si bien las energías renovables variables pueden generar ciertos costos adicionales al sistema, los beneficios a largo plazo superan con creces estos gastos. “Los principales estudios del sector eléctrico concluyen, transversalmente, que el desarrollo costo-eficiente de la matriz de generación eléctrica debe darse en base a la participación mayoritaria de energías renovables y almacenamiento”, afirman.
Además de los beneficios económicos, los expertos destacan otros aspectos positivos de la transición hacia una matriz energética más limpia, como la reducción de la dependencia de combustibles fósiles, la disminución de la contaminación y la creación de nuevas oportunidades de negocio.
Sin embargo, advierten que para maximizar los beneficios de las energías renovables es necesario realizar una serie de ajustes al sistema eléctrico actual. “Es crítico implementar, entre otros elementos, una serie de mejoras en los procesos de cómo abordar modificaciones regulatorias, desarrollo de nueva infraestructura de redes, actualización de la estructura del mercado eléctrico e integración de herramientas modernas de planificación y operación del sistema eléctrico”, agregan.
Los autores del estudio coinciden en que existe un consenso general sobre la necesidad de acelerar la transición energética, pero lamentan que los cambios necesarios estén avanzando a un ritmo más lento de lo deseado. “Con lo anterior, se logrará contar con un sistema que habilite una transición energética hacia sistemas energéticos sustentables, confiables y costo eficientes”, concluyen.