La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, valoró este hito y destacó los beneficios que tendrá para la ciudadanía evitar que los restos de frutas y verduras terminen en rellenos sanitarios.
Un importante paso en su tramitación dio el proyecto de ley que promueve el reciclaje de residuos orgánicos -como restos de frutas, verduras y podas de jardín-, luego de que fuera aprobado en particular por la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputadas y Diputados. La iniciativa, presentada por el Ejecutivo, comenzará ahora su discusión en la Comisión de Hacienda.
La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, valoró el avance del proyecto de ley y agradeció a los parlamentarios por sus aportes para enriquecer la propuesta que busca evitar que los residuos orgánicos lleguen a los rellenos sanitarios. “Esta iniciativa es muy importante para el país porque permitirá alargar la vida útil de los rellenos y disminuir la generación de metano, que es un potente gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento del planeta. Además, al compostar produciremos fertilizantes naturales”.
La secretaria de Estado recordó que se estima que la “bolsa de basura” de los hogares en Chile está compuesta en un 58% de residuos vegetales, por lo que el proyecto de ley establece incentivos y obligaciones para fomentar la recolección segregada de los restos de verduras, transformando un problema en un beneficio para la ciudadanía.
El proyecto de ley contempla diversas opciones para la gestión de los residuos orgánicos. Los municipios tendrán la responsabilidad de ofrecer sistemas de recolección puerta a puerta de los restos vegetales, así como la implementación de camiones especializados en el reciclaje de orgánicos. También se promoverá la entrega de composteras o vermicomposteras para los hogares, junto con el desarrollo de proyectos de compostaje a nivel comunitario o barrial.
Es importante destacar que la implementación de esta ley será gradual, avanzando paso a paso en la obligación de separar los residuos orgánicos en su origen. En primera instancia, se comenzará con los restos de poda y jardín, así como los residuos orgánicos provenientes de las ferias libres. En una segunda etapa, se incluirá la fracción orgánica generada por centros comerciales, eventos y estadios. Posteriormente, se extenderá a hoteles, restaurantes y cafeterías. Por último, la obligación se expandirá a los hogares.
La iniciativa representa un avance significativo en la gestión de residuos orgánicos en Chile, con el potencial de generar un impacto positivo tanto en el medio ambiente como en la calidad de vida de los ciudadanos. La responsabilidad colectiva y el compromiso con el cuidado del entorno son fundamentales para alcanzar un futuro más sostenible.