Solek, empresa dedicada a las energías renovables, ha puesto en marcha un programa para la gestión de residuos fotovoltaicos en Chile. La iniciativa se basa en la reutilización de materiales como el aluminio y el cobre, y en un proyecto piloto para el reciclaje de vidrio.
Este programa busca dar respuesta al creciente desafío que supone la basura electrónica, particularmente en el sector de la energía solar. Se estima que para el año 2046, la cantidad de desechos fotovoltaicos en Chile alcanzará las 120 mil toneladas.
Reutilización de componentes para reducir el impacto ambiental
En alianza con Degraf, empresa especializada en el reciclaje de residuos electrónicos, Solek ha implementado un sistema de reutilización de aluminio y cobre provenientes de paneles solares que han llegado al final de su vida útil. Durante el 2024, ya han logrado despachar 8,6 toneladas de paneles para su revalorización, evitando así que estos materiales terminen en vertederos.
Conscientes de la importancia de un reciclaje integral, Solek va más allá de la reutilización de metales. La empresa está desarrollando un proyecto piloto para recuperar el vidrio de los paneles solares, un componente que representa una parte significativa de su estructura.
La iniciativa de Solek y Degraf marca un avance importante en la gestión de residuos fotovoltaicos en Chile. Al promover la reutilización y el reciclaje de paneles solares, estas empresas contribuyen a la protección del medio ambiente, fomentan la economía circular y generan nuevas oportunidades laborales en el sector del reciclaje.
La acumulación de residuos fotovoltaicos, que hasta ahora se ha dado principalmente por fallas técnicas, es una preocupación creciente. El primer panel solar en Chile se instaló en 2012, por lo que se espera que comience a estar fuera de uso alrededor de 2037. Con estas iniciativas, Solek y Degraf buscan mitigar este problema y promover una gestión sostenible de los residuos fotovoltaicos.