Por Tatiana Gajardo, Chief Administrative Officer de Solek
La capacidad solar instalada globalmente se duplica aproximadamente cada tres años y se multiplica por diez en una década. Con este ritmo de crecimiento, es muy probable que las plantas fotovoltaicas se conviertan en la principal fuente de energía eléctrica del mundo para mediados de la década de 2030.
En este contexto de crecimiento exponencial, la visión de la industria adquiere una importancia crucial, especialmente, ahora que más del 60% de los proyectos en construcción del sector en nuestro país están relacionados con la energía fotovoltaica. Esta tendencia subraya la necesidad de contar con un propósito claro guiado por personas, orientado a impulsar la sostenibilidad y el desarrollo de tecnologías limpias, que beneficien tanto a las comunidades como al medio ambiente.
El desafío radica en incorporar a las personas en el centro de la estrategia para su desarrollo. Esto incluye la gestión del talento como un pilar fundamental, potenciar los liderazgos y generar incentivos para continuar fomentando el crecimiento de la industria.
Estos elementos -que finalmente se convierten en una inversión estratégica para capital humano- son oportunidades para ofrecer mejores resultados a todos los grupos de interés y atraer nuevos inversores. Es ahí donde hoy están las grandes ventajas competitivas de esta vertiginosa industria.