Por Mauricio Peñafiel, CEO & Founder de Lifebox.
El desarrollo de la tecnología está transformando radicalmente la forma en la que trabajamos y, por tanto, las competencias requeridas en el entorno laboral. La inteligencia artificial ha posibilitado la automatización de diversos procesos, lo que libera tiempo para que los colaboradores se enfoquen en actividades más estratégicas y creativas, por lo que es fundamental fomentar el upskilling y las capacitaciones dentro de las empresas.
Las organizaciones deben adaptarse continuamente a los cambios para mantener su relevancia y competitividad en el mercado laboral. No es suficiente contar con un excelente know-how técnico y habilidades tecnológicas; también es crucial desarrollar las power skills, tradicionalmente conocidas como habilidades blandas.
De hecho, un estudio del Foro Económico Mundial señala que el desarrollo de habilidades blandas puede incrementar la productividad en un 12% y reducir los costos operativos hasta en un 20%.
Debemos considerar todas las tareas que se realizan día a día en los puestos de trabajo y preguntarnos: ¿Cuáles de ellas se pueden automatizar y cuáles no?, aquí es donde entran en juego las power skills. El desarrollo de habilidades como la comunicación efectiva, el trabajo en equipo, la resolución de problemas, la agilidad en el aprendizaje, la creatividad, la adaptabilidad y la inteligencia emocional es crucial para el éxito empresarial y la adaptabilidad en el mercado laboral, en la era de la inteligencia artificial.
Las tareas automatizables son aquellas que pueden ser replicadas por una máquina, mientras que las no automatizables requieren creatividad, razonamiento y habilidades interpersonales. Las instituciones educativas juegan un papel crucial en la preparación de futuros colaboradores al proporcionar herramientas que les permitan adaptarse al nuevo entorno laboral. Estas instituciones aseguran que los profesionales estén bien equipados, tanto en habilidades técnicas como en habilidades cognitivas y socioemocionales, para enfrentar los desafíos que trae la integración tecnológica.
En la era de la inteligencia artificial, es crucial recordar que, aunque la inteligencia artificial puede proveer conocimiento, son las power skills las que realmente nos permiten manejar y sacar provecho de estas nuevas tecnologías.