En el contexto de la implementación de una Estrategia Climática cuyo objetivo es definir un plan de acción para aminorar impactos, incluir medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, aumentar la resiliencia frente a los efectos y fomentar la transición hacia un modelo económico y social más sostenible, Empresas Iansa dio a conocer cómo enfrenta la sequía con herramientas de innovación y trabajo con agricultores locales.
La agricultura enfrenta el desafío del cambio climático con la necesidad de aumentar su productividad para suplir la creciente demanda de alimentos. Si a lo anterior se suma la proyección de escasas lluvias los próximos meses debido al fenómeno de La Niña, resulta indispensable la elaboración de una estrategia que considere la aplicación de innovación, trabajo con agricultores y una mirada a largo plazo en materia de la gestión medioambiental.
En este contexto, Empresas Iansa dio a conocer cuál es su Estrategia Climática con miras al 2030 en su Reporte Integrado 2023 donde destacan ocho líneas de acción entre ellas, la gestión del agua en los pilares Agrícola e Industrial.
En el Agrícola, la gestión del agua sigue siendo una prioridad estratégica a través de la tecnificación del riego con métodos más eficientes de aplicación con los que se ha alcanzado aproximadamente un 89.2% de superficie. Además, la empresa implementó un programa del riego mediante balances hídricos que permiten aplicar el agua necesaria según requerimiento del cultivo y evapotranspiración.
Al respecto Ramón Cardemil, Gerente Producción Agrícola destacó: “para una agricultura sustentable es fundamental el trabajo que se ha hecho en aumentar el riego tecnificado. Iansa desde hace más de 20 años inició un plan de tecnificación de los sistemas de riego con los agricultores remolacheros, pasando de un 10% a un 90% de la superficie regada en forma tecnificada. Triplicando la eficiencia del uso del agua y con esto doblar la producción de remolacha por hectárea y además, hacer del manejo del cultivo más sustentable”.
A través del Segmento Azúcar y Otras Marcas Iansa, y su negocio Producción Agrícola, que opera en las regiones del Maule, Ñuble y Biobío, produce los principales cultivos de la compañía, como remolacha, tomates y porotos, mediante contratos con agricultores locales a los que apoya con capacitación y un seguro agrícola específico para la remolacha.
En el 2023 fueron 254 agricultores con quienes se realizó un trabajo personalizado consistente en visitas periódicas de expertos de la empresa quienes además de entregar su asesoría, pusieron a disposición herramientas técnicas para poder enfrentar la ya instalada crisis climática.
En el pilar Industrial de la empresa, se ha trabajado en la cuantificación de la huella hídrica a través de la plataforma Sammimetrics. También y ad-portas de verificar el APL Certificado Azul -nivel cálculo de huella del agua según ISO 14046- en las plantas de Quepe y San Carlos, y la implementación de indicadores clave para medir mensualmente consumos de agua.
“Adicionalmente Empresas Iansa a través de los asesores técnicos y distintas actividades de difusión, concientiza a los agricultores remolacheros en cuidar el uso del agua, asesorándolos desde el diseño del proyecto de riego, pasando por la buena operación de los equipos y guiándolos en la eficiencia del riego a través de balances hídricos, donde se aplica la lámina justa de agua, dependiendo del consumo semanal.” señaló Ramón Cardemil.
Estas medidas a largo plazo permitirán a Empresas Iansa enfrentar los desafíos que van más allá de la crisis hídrica y que se traducen en una nueva manera de entender la agricultura.
En este contexto, Iansa recibió el Circular Awards 2023, en la categoría Agua, con la implementación de las Barrier Balls, un sistema de esferas flotantes que reduce la evaporación del agua mejorando así el riego y la eficiencia hídrica.