Por Antonio Rubilar, director del Grupo de Derecho Público y Mercados Regulados de Albagli Zaliasnik (az)
Recientemente, entró en vigencia en Chile la Ley “Marco para la Gestión de Residuos, la Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje”, denominada Ley REP. Esta normativa tiene por objeto disminuir la generación de residuos y fomentar su reutilización, reciclaje y otro tipo de valorización, a través de la instauración de la responsabilidad extendida del productor y otros instrumentos de gestión de residuos con el fin de proteger la salud de las personas y el medio ambiente.
A través de esta normativa la autoridad busca principalmente que, en lugar de un circuito de residuos lineal, donde se produce y se desecha, se logre un nuevo modelo circular, en que los productos y todo lo que se necesita para elaborarlos conserven su utilidad y valor.
Esta ley representa una serie de desafíos para las empresas. En primer lugar, se establecen metas para todo el territorio nacional y las compañías deberán informar sus avances en aspectos como la cantidad de productos prioritarios comercializados en el país durante el año inmediatamente anterior; actividades de recolección, valorización y eliminación realizadas en igual período y su costo; cantidad de residuos recolectados, valorizados y eliminados en dicho lapso.
El segundo gran desafío se relaciona con la gestión de residuos de envases y embalajes, los cuales tienen un alto potencial de valorización por ser reciclables. A pesar de esto, según datos de la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR), durante el año 2022 se generaron en Chile un total de 1.7 millones de toneladas de residuos correspondientes a productos prioritarios de envases y embalajes y, actualmente, la capacidad técnica instalada a nivel nacional para reciclar este tipo de material solo alcanza a cubrir el 57% del total generado.
En este desafío hay una oportunidad compartida, entre las empresas, la ciudadanía y el sector público. Este último, en la educación de las personas respecto de la importancia del reciclaje y de cómo realizarlo y del lado de las empresas en el sentido de que deben adoptar políticas que faciliten el reciclaje a nivel país. Es necesario un trabajo colaborativo para fomentar la inversión y la innovación en la gestión de residuos, así como incentivos económicos para las empresas que adopten prácticas sostenibles.
Sin embargo, también es importante aumentar la valorización de los residuos, la cual es hoy muy baja. En países referentes en éxito de reciclaje, como Alemania y España, la valorización de residuos de productos alcanza tasas sobre el 80%.
Otro gran reto se encuentra en la infraestructura. Ley REP está diseñada para ir aumentando de manera gradual las metas de recolección y valorización de los residuos hacia el año 2034. De esa forma, al aumentar las metas se vuelve necesario instalaciones que permitan escalar el reciclaje de residuos, así como nuevas tecnologías que permitirán alcanzar los objetivos. Este objetivo es particularmente importante en regiones, donde es más urgente avanzar en infraestructura y nuevas tecnologías.
Ante los retos que representa esta normativa para las compañías es fundamental que comiencen a implementar una estrategia de compliance, y que eviten los riesgos legales que existen no sólo en el incumplimiento, sino que también en el cumplimiento imperfecto o en otros aspectos que son igualmente críticos, como los contactos entre competidores. Por eso es importante partir hoy, para tener la capacidad de medir los resultados y, de esa forma, impulsar la mejora continua.