En un mundo cada vez más preocupado por la sustentabilidad, las empresas buscan constantemente posicionarse como referentes. Sin embargo, no siempre utilizan las mejores prácticas, y algunas caen en Greenwashing, una estrategia engañosa que busca aparentar un compromiso ambiental que en realidad no existe.
¿Qué es el greenwashing?
El Greenwashing se define como la publicidad engañosa o falsa sobre las credenciales ambientales de un producto o servicio. Las empresas que lo practican suelen utilizar etiquetas como “ecológico”, “natural” o “biodegradable”, sin tener realmente procesos sostenibles o certificación que las respalden.
Un ejemplo claro de esto puede ser una marca de ropa que lanza una colección “consciente” pero que no paga justamente a sus trabajadores; un producto que lleva la etiqueta “reciclable” pero que en realidad es difícil de reciclar en la mayoría de las comunidades.
Las empresas que practican Greenwashing, no solo engañan a los consumidores y dañan el medio ambiente, sino que también perjudican su propia reputación, la del mercado y pierden la confianza de sus clientes.
¿Cómo identificarlo?
El factor recurrente entre estas prácticas es la ocultación de información o imprecisiones, donde se promociona un producto o servicio con ciertas características sostenibles, pero realmente no existe nada para verificar esa información dentro del etiquetado, como puede ocurrir con las etiquetas de “natural”, “orgánico” “verde”, “ 100% ecológico”, así como también con frases que no son relevantes sin conocer el impacto real que provoca.
Por otro lado, se presenta como crucial la inclusión de validaciones independientes que respalden declaraciones ecológicas, como por ejemplo el Análisis de Ciclo de Vida (ACV), un marco metodológico para estimar y evaluar impactos medioambientales de un producto o servicio durante todas sus etapas.
Ley contra el Greenwashing en Chile
Actualmente, se encuentra en tramitación el proyecto de Ley Greenwashig, incluido en el boletín legislativo 15044-12, a la espera de ser aprobado por el Senado de Chile. La iniciativa busca regular, prevenir y sancionar prácticas engañosas relacionadas a temáticas sostenibles y medioambientales.
De esta forma, las empresas que efectúen publicidad de sustentabilidad deberán entregar información completa, verificable y precisa y no podrán omitir antecedentes relevantes que puedan inducir al error.
Esta Ley, de ser aprobada, obligaría a las empresas y/o organizaciones a ser más transparentes en sus claims ambientales y les impondría multas en caso de incumplimiento que van desde las 4.500 unidades tributarias mensuales (UTM); y 9.000 mil UTM, según el artículo que se contravenga.
Entre las principales propuestas se encuentran la imposibilidad de hacer publicidad sobre temas sustentables a empresas condenadas por daño ambiental o infracciones graves; publicitar como sustentables prácticas que cumplen con disposiciones legales mínimas; no se podrá hacer publicidad de sustentabilidad mientras se encuentre en evaluación ambiental esa afirmación, y por último, busca otorgar herramientas a la ciudadanía para que puedan denunciar este tipo de prácticas nocivas.
Con este tipo de regulaciones estrictas, se busca seguir los pasos de referentes como la Unión Europea, no permitiendo afirmaciones generales y vagas sobre el medio ambiente y esperando reducir esta práctica engañosa, promoviendo un consumo más responsable y consciente con el medioambiente.