Los expertos resaltaron la crucial importancia de que las empresas realicen un trabajo profundo en identificar y reportar los impactos
Governart, con el respaldo de AFP Capital llevó a cabo un taller presencial titulado “S.O.S Norma de Carácter General 461”. Este evento clave reunió a más de 50 participantes interesados en profundizar sobre los desafíos y prácticas asociadas a la NCG 461, considerada por muchos como un estándar complejo en el ámbito del reporte corporativo.
En la bienvenida, Giannina Cerón, Subgerente de Sostenibilidad de AFP Capital señaló que “Como inversionista institucional, es fundamental para nosotros cuidar los ahorros de nuestros afiliados y pensionados. En este rol, debemos colaborar estrechamente con los emisores y reguladores para asegurar que la información disponible nos permita tomar las mejores decisiones. Por ello, consideramos de gran importancia participar en estas iniciativas, adoptando un enfoque colaborativo y trabajando conjuntamente para mejorar la calidad de la información en el mercado de capitales”.
Los hallazgos del “Screening ESG NCG 461”
Basándose en los hallazgos del “Screening ESG NCG 461 Estudio de Memorias Anuales 2022”, publicado por Governart en 2023, el taller abordó las dificultades específicas que las empresas enfrentan al reportar bajo esta normativa. Este estudio representa un recurso invaluable para comprender las áreas de mejora y los aspectos críticos en la reportabilidad de prácticas ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) dentro del marco de la NCG 461.
Germán Heufemann, Gerente General de Governart abrió el evento con una charla esclarecedora sobre “¿Cuáles son las prácticas de la NCG 461 más difíciles de reportar?”, poniendo el foco en los desafíos que enfrentan las empresas al alinearse con los requerimientos de esta normativa.
Heufemann señaló que “El primer ciclo de reporte solo incluyó a 70 grandes corporaciones, seleccionadas por sus activos. Según nuestras estimaciones, este número aumentará a alrededor de 270 en las memorias que se publicarán en abril. Y se espera que para el próximo año, este número crezca significativamente, alcanzando aproximadamente 2,800 compañías. Esto abarcará a todas aquellas empresas que, estén listadas o no, se encuentren registradas en el Registro de Valores de la CMF”.
Heufemann señaló que “Lo primero a destacar es que la norma integra estándares internacionales, en particular el SASB (Sustainability Accounting Standards Board), que establece indicadores relevantes según los diferentes sectores industriales. Este es el principio y criterio que la norma aplica, siendo específica para cada empresa dentro de su sector”. Además agregó que “Esta norma es de divulgación obligatoria; todo contenido que establece la norma debe ser divulgado sin excepciones. Es fundamental anticiparse y comprender hacia dónde se está moviendo el directorio o el área respectiva para cumplir con lo que la norma solicita explícitamente”.
“La norma pone la gobernanza en el centro de atención. Esto no se refiere solo a solicitar información sobre el directorio, sino que también cómo el directorio o los ejecutivos principales interactúan con las instancias de sostenibilidad en diversas áreas de la norma”, enfatizó Heufemann. Además, se comienza a considerar riesgos que no son tradicionales, ampliando la perspectiva de lo que las empresas necesitan evaluar y reportar en términos de sostenibilidad y gobernanza.
El panel, compuesto por expertos en la materia, contó con la participación de Daniela Huerta, directora de Riesgo en AFP Capital; Javier Quinteros, Consultor ASG de Governart ; y Diana Yael Rubinstein, Socia y directora Comercial de Governart, quiénes exploraron los aspectos más complicados de la NCG 461 desde diferentes perspectivas, incluyendo los retos estratégicos y prácticos que las empresas deben superar para cumplir efectivamente con los estándares establecidos.
Los expertos resaltaron la crucial importancia de que las empresas realicen un trabajo profundo en identificar y reportar los impactos -tanto positivos como negativos- de sus actividades en los distintos grupos de interés. Este ejercicio, denominado “materialidad de impacto”, aunque esencial, aún representa un desafío considerable para muchas organizaciones.
“Las empresas, en general, encuentran dificultades en realizar este análisis de materialidad de impacto, lo que implica identificar cuáles actividades específicas afectan a qué grupo de interés y de qué manera,” explicó Daniela Huerta, directora de Riesgo en AFP Capital. “Existe una percepción errónea de que el ‘impacto’ tiene una connotación negativa por defecto, pero es fundamental entender que las empresas también pueden generar impactos positivos significativos.”
Respecto a cómo AFP Capital, realiza el análisis de las memorias anuales, Daniela Huerta, directora de Riesgo en AFP Capital. señaló que “Contamos con un modelo que integra las tres variables fundamentales: ambiental, social y de gobernanza corporativa. Las memorias anuales son una fuente primordial que nutre nuestro proceso, proporcionándonos la información necesaria para evaluar. Combinamos estos datos con información de otras fuentes en una especie de “licuadora”, lo que nos permite realizar una evaluación exhaustiva de nuestra cartera”.
Diana Yael Rubinstein, Socia y directora Comercial de Governart señaló que “detrás de cada uno de estos indicadores hay un para qué, hay un para qué enfocado en creación de valor”. Rubinstein agregó que “También consideramos fundamental capacitarnos, ya que muchas de las brechas identificadas requieren habilidades y conocimientos que, por ser muy técnicos, quizás no poseemos dentro de la organización. Por ello, resulta crucial brindar la formación adecuada al área responsable oportunamente”.
Javier Quinteros, Consultor ASG de Governart abordó que “Uno de los errores más comunes del equipo que elabora la memoria es asumir que el lector conoce el 100% de todo lo que se está mencionando sobre la empresa”.
Quinteros agregó que “La capacitación de los equipos va más allá de simplemente informar sobre qué indicadores se van a levantar. Es crucial comenzar desde ahora a educar, especialmente a las áreas legales, para que cuando revisen el borrador de la memoria y noten secciones como “No tenemos esta política” o “No contamos con estos indicadores”, no reaccionen eliminándolos por temor o desconocimiento. Es importante que comprendan que, aunque inicialmente puedan identificar ausencias en políticas o indicadores, el remover estas secciones por completo podría llevar a la organización a incumplir con la normativa”.
El cierre del panel también enfocó la atención en lo que aún falta en las memorias anuales de las empresas, específicamente en cuanto a la información sobre el desempeño y seguimiento de objetivos sostenibles. “La falta de especificidad en los riesgos y oportunidades relacionados con el cambio climático es un área donde aún hay mucho por hacer,” comentaron, destacando la necesidad de integrar más profundamente la ciencia del cambio climático y sus implicaciones sociales en el reporte corporativo.
El mensaje final del panel fue claro: las memorias anuales y otros informes de sostenibilidad son herramientas poderosas no solo para los inversionistas sino también para los emisores. Estos informes no solo sirven para divulgar las acciones actuales de la empresa en materia de sostenibilidad sino que también pueden actuar como un diagnóstico de áreas donde la gestión aún puede mejorar. En este sentido, la materialidad de impacto y el reporte de sostenibilidad ofrecen una oportunidad única para que las empresas demuestren su compromiso con una operación responsable y con la creación de valor sostenible para todos sus grupos de interés.