Por Cristina Gil, directora ejecutiva de Fundación Barlovento
Según el Tercer Estudio Nacional de la Discapacidad, Endisc 2022, el 17,6% de las personas adultas en Chile presenta algún grado de discapacidad. Esto equivale a 2.7 millones de conciudadanos. Esta condición se presenta en mayor medida en mujeres (63,5%) que en hombres (36,5%).
Con una nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer, como sociedad debemos abrir más espacios de inclusión para las mujeres con discapacidad, que permitan disminuir las brechas laborales, educativas y/o sociales existentes.
Ejemplo de ello es que, según la Endisc, las mujeres con discapacidad presentan una tasa de escolaridad promedio de 10,4 años en comparación a los 12,1 años de la población femenina sin discapacidad.
En el ámbito laboral, de los 52.908 contratos vigentes a marzo de 2023 por la Ley 21.015 informados por la Dirección del Trabajo, el 36,9% correspondían a mujeres y el 63,1% restante a contrataciones de varones.
Si se suma el hecho alarmante de que las mujeres con discapacidad ganan un 8,7% menos que sus pares masculinos, según la DT, queda claro que estamos desaprovechando oportunidades vitales para ellas. Es hora de desafiar esta situación y garantizar que todas tengan las mismas posibilidades de desarrollo personal, independencia económica y contribución familiar que merecen.