La logística verde apunta por una ‘última milla’ con menos impacto medioambiental, movilidad con energías renovables, centros de almacenaje que consuman menos energía y reduzcan sus desechos, mediante embalajes ecológicos. La sostenibilidad es parte esencial de las estrategias de las compañías, que ahora no solo ven sus propias emisiones, sino que también la de sus suplidores y proveedores.
Maersk cuenta con un compromiso para reducir su huella de carbono para el 2030, con el objetivo de alcanzar cero emisiones netas en 2040 en todas sus operaciones. Una parte importante de esta meta es descarbonizar las cadenas de suministro. En la costa oeste de Sudamérica, ha desarrollado una hoja de ruta para sus centros logísticos, transporte aéreo, marítimo y terrestre, mientras aumenta el consumo de energía renovable certificada, migrando hacia tecnología más eficiente como luces inteligentes, equipos eléctricos, certificaciones ambientales y brindando productos verdes como Eco Delivery.
“La costa oeste de Sudamérica, especialmente Chile, Perú y Ecuador, muestra un gran potencial y compromiso en la implementación de una cadena de suministro verde. Para concretar estas acciones será necesario el trabajo en equipo, entre todos los actores, incluyendo navieras, puertos, inversionistas, gobiernos y principalmente integradores logísticos de extremo a extremo como Maersk. De igual forma, buscamos crear alianzas con nuestros clientes hacia metas compartidas de cero netos en la cadena logística”, comenta Alexis Rodríguez, Head de Energy Transition para Latinoamérica en Maersk.
En Chile, en el sitio de La Vara, que cuenta con una extensión de 10,500 m2 y se ubica en San Bernardo, se implementó una nueva planta de energía limpia. Se incorporaron 647 paneles solares distribuidos en una superficie total de 2,500 m2 que generarán un total de 356 KWP al año, permitiendo cubrir el 100% de las necesidades operativas, lo que se suma a la utilización del 100% de los equipos eléctricos de litio, y el uso de luces LED en todo el almacén. Además, se espera poder inyectar energía limpia a la matriz energética en los meses de verano para lograr reducir las emisiones de C02 al medio ambiente, equivalente a 221 toneladas al año.
Patricio Ormeño, gerente de almacenes y distribución en Santiago de Chile para Maersk, destaca que “el propósito de aportar a la sociedad, como proteger y cuidar nuestro medio ambiente fue la base para dar los primeros pasos. De acuerdo con ello, nos interesan los proveedores que estén alineados con nuestras iniciativas de descarbonizar las cadenas de suministro buscando la manera de hacer sus operaciones más sostenibles.”
En la misma línea, el almacén de Buenaventura con 24,900 m2 y ubicado en Quilicura, tiene disponible energía renovable, y se puede medir huella de carbono de su operación en cuanto a las emisiones de GEI del consumo de energía y agua. Durante el 2023, el 100% del consumo del sitio fue de energía limpia.