Andrea Cifuentes, Gerente de Economía Circular, Kyklos
En Chile, se estima que hay más de 60 mil recicladores de base. Según el Registro de Recicladores de Base a Nivel Nacional, realizado por Cempre Chile y Fundación El Árbol en febrero de 2021, el 90% trabaja de manera informal, percibiendo un ingreso promedio mensual menor al sueldo mínimo, y siendo muchos de ellos los principales sostenedores de sus familias.
Un gran avance para sus condiciones laborales y oportunidades de fuentes de trabajo, es la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor, más conocida como Ley REP, que entrega capacitación, financiamiento y formalización para integrarlos a los sistemas de gestión de residuos.
La Ley también establece formas de participación a través de las IRAS, o Instalaciones de Recepción y Almacenamiento, que deben estar administradas al menos en 50% por recicladores de base, y la entrega de licitaciones de manera gratuita, además de la firma de convenios de manera directa, todas acciones que pueden promover su incorporación al sistema.
Pero parte de su integración al mundo formal del reciclaje pasa por relevar su trabajo. Los conocidos como hueseros, cartoneros y botelleros hace ya más de cuatro décadas en Chile, son muchas veces quienes iniciaron el reciclaje en las comunas más aisladas del país, incluso promoviendo la educación ambiental entre sus vecinos, en comunas donde las empresas gestoras, y la gestión municipal aún no ha llegado.
Desde Kyklos hemos impulsado el rol de los recicladores de base a través de distintas iniciativas, como capacitaciones y asesoría en certificaciones, formalización de sus emprendimientos, postulación de fondos estatales y vinculación con empresas y con sistemas de gestión. Además, gestionamos impulsos para que los recicladores administren servicios de recolección de residuos domiciliarios y puntos limpios.
La profesionalización del reciclaje que buscamos impulsar como país no debe olvidar sus raíces. En el Día Internacional del Reciclador de Base destacamos que son un actor clave que, desde nuestra posición, hemos podido apoyar entregándoles herramientas para que puedan vivir de su trabajo, y seguimos trabajando para integrarlos a un sistema que valore su tradición y conocimiento, para que realmente formen parte de la cadena de la gestión de residuos, y para que el reciclaje en Chile llegue a todas partes.