Un estudio reciente, “Nuestro Dilema Plástico”, publicado en la Revista Science, revela una alarmante amenaza para el ecosistema: más de 1500 especies animales en todo el mundo han ingerido plástico. Desde invertebrados terrestres hasta elefantes, ninguna especie parece estar a salvo de la contaminación por plásticos. A simple vista, elementos cotidianos como pajitas, envases de alimentos o envoltorios de dulces pueden parecer inofensivos, pero su impacto ambiental perdura por milenios.
La contaminación visible en nuestras calles es solo la punta del iceberg. Las corrientes subacuáticas llevan estos plásticos desde las ciudades hasta los ríos, contribuyendo a la grave contaminación de nuestros océanos. Según el Centro Helmholtz de Alemania, solo 10 ríos son responsables del 93% del plástico que llega a los océanos cada año. Investigaciones de la Universidad de Georgia indican que entre 4.8 y 12.7 millones de toneladas de plástico contaminan nuestros océanos anualmente.
Aunque el entorno marino es el más afectado, con más de 1200 especies impactadas, los suelos agrícolas también están acumulando partículas plásticas, una preocupación que necesita más investigación. Esta contaminación tiene consecuencias fatales, desde la ingestión de plásticos por ballenas, aves marinas y tortugas hasta la presencia de microplásticos en mariscos. Si no actuamos, se proyecta que para 2050, habrá más plástico que peces en los océanos.
Ante esta amenaza, crece un movimiento global para eliminar los plásticos de un solo uso. Ciudades en Estados Unidos ya están implementando regulaciones para reducir la contaminación y la demanda de plásticos. Empresas como Waterlogic, parte del Grupo Culligan, están liderando este cambio con dispensadores reducen considerablemente la dependencia de las botellas de un solo uso, y su proceso de producción integra tecnologías eficientes energéticamente y gestiona adecuadamente los residuos. Estas prácticas demuestran el compromiso de Waterlogic frente a los desafíos ecológicos actuales y futuros.
El movimiento global “Julio Sin Plástico” ha ganado relevancia en 2023, con esfuerzos y campañas para concientizar y generar cambios a nivel individual y colectivo. La Revista Science respalda estos esfuerzos, subrayando la necesidad de redefinir el papel de los plásticos en nuestra sociedad. La solución a esta crisis ambiental requiere un esfuerzo conjunto de empresas, comunidades y gobiernos a nivel mundial. La toma de medidas concretas y a escala global es fundamental para abordar esta urgente problemática.
Frente a una crisis ecológica sin precedentes, la colaboración entre sociedad y empresas es esencial. Se requiere un acuerdo global para promover el cuidado de nuestros ecosistemas y abordar esta problemática de manera urgente.