Luis Abdón Cifuentes, Académico del Departamento de Ingeniería Industrial y de Sistemas de la UC
Corfo lanzó recientemente el Programa Transforma Cambio Climático, iniciativa público-privada que busca promover y acelerar que las empresas adopten prácticas que combatan el cambio climático en sus procesos productivos. Este programa es una muy buena señal de que el Estado se toma en serio el mandato de la Ley de Cambio Climático, que busca que el país sea carbono neutral al 2050. Esta es una tarea que requiere transformaciones profundas, y que, aunque la meta parezca lejana (26 años más) es muy compleja por lo que es necesario comenzar de inmediato.
El programa, en línea con la ley, considera la mitigación de emisiones de GEI y medidas de adaptación para hacer más resilientes las operaciones las empresas frente a las amenazas del cambio climático. Una iniciativa que va en beneficio directo de las compañías. Todas las organizaciones, en mayor o menor grado, están expuestas a los impactos crecientes del cambio climático, desde los más evidentes -como incendios, que representan un riesgo para los recursos y la seguridad de sus colaboradores-, hasta eventos meteorológicos (no necesariamente extremos), que pueden disminuir la productividad de sus operaciones y de sus colaboradores.
Ante este escenario, el programa debiera comenzar con que cada industria identifique sus riesgos frente al cambio climático, y las consecuencias que éstos pueden tenerl. Es evidente que, para una empresa o una asociación empresarial, participar en el programa tiene un beneficio neto directo.
El primer objetivo del programa, promover la creación de soluciones tecnológicas para reducir las emisiones de GEI (agregaría también la adopción temprana) es fundamental para que Chile cumpla la meta de descarbonización. La producción de bienes y servicios con bajas emisiones (sin reducir la producción) es la forma más efectiva de reducir las emisiones del país. El crecimiento económico es fundamental para satisfacer las necesidades de la población, pero debe lograrse con menor intensidad en el uso de recursos y emisiones de GEI y contaminantes locales, es decir, de una manera sustentable.
Además, los consumidores crecientemente demandan productos con menor huella de carbono, por lo que la producción más limpia puede ser una ventaja comparativa importante. Muchos mercados internacionales ya exigen productos con una baja huella de carbono. Este fenómeno global se acelerará debido a la toma de conciencia de la sociedad de las consecuencias del cambio climático, que cada vez se manifiestan con mayor intensidad. Los impactos del cambio climático no son lejanos en el tiempo ni geográficamente remotas: están aquí y ahora, y la población crecientemente reconoce esas amenazas.
Toda empresa debiera comenzar a tomar acciones, o al menos a prepararse, para enfrentar las mayores exigencias del mercado y de la autoridad. La meta nacional de mitigación ya está definida en la Ley de Cambio Climático, y según el Acuerdo de Paris, solo puede hacerse más ambiciosa. En ese sentido, el programa es un buen punto de partida y debiera contribuir significativamente a acelerar la transformación productiva de Chile.
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