Un estudio realizado por TNC y el Centro de Cambio Global UC, aseguró que nuestro país cuenta con un alto potencial para hacer frente a la crisis climática utilizando Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN). El manejo de incendios forestales, evitar la degradación y deforestación de los bosques, y la ampliación y gestión de áreas protegidas, son las medidas más eficaces para aportar a la emergencia climática que vive el planeta.
Otra SbN que puede aportar directamente a la vida de las personas es la protección de los humedales. Este mecanismo de la naturaleza permite asegurar el abastecimiento de agua en la población, generando externalidades positivas para las personas y los ecosistemas.
La disminución de las precipitaciones, sequías y escasez de agua para el consumo, el aumento de la temperatura y los eventos extremos y la extinción de especies, son sólo algunos efectos que vive Chile debido al cambio climático. Pese a este escenario, una investigación realizada por la organización global The Nature Conservancy (TNC) y el Centro de Cambio Global UC, señala que el país cuenta con un gran potencial para hacer frente a este complejo contexto climático y que, a través de la protección de la naturaleza, se podrían mitigar estos efectos.
El estudio, llamado “Diseño Estratégico de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) para Chile”, destaca 27 SbN, tales como el manejo de incendios forestales, evitar la degradación y deforestación de los bosques, y la ampliación y gestión de áreas protegidas, entre algunas de las medidas más eficaces y que tienen un impacto directo en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el secuestro de carbono. Esto, además de considerar los co-beneficios asociados para la biodiversidad, el agua, el aire, el suelo y los componentes sociales.
Estas soluciones, pueden permitir que nuestro país logre mitigar en un 50% sus emisiones en 46 teragramos de dióxido de carbono (TgCO2) emitidos al año, tomando como referencia los 94 teragramos emitidos por Chile en 2019. Esto permitiría que, además de hacer frente a la doble crisis de cambio climático y la pérdida de biodiversidad, Chile pueda disminuir sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero de forma efectiva y eficiente, aportando a la meta de carbono neutralidad que Chile se estableció al 2050.
“Durante todos estos años, desde TNC hemos buscado promover información, basada en ciencia, para que el mundo público y privado logren visualizar el gran impacto que las SbN pueden generar en Chile y el mundo. Si logramos potenciar el rol de estas soluciones, podremos contribuir en un 37% de la mitigación de la emergencia climática al 2030 a nivel global”, señaló Maryann Ramírez, directora de Estrategia y Nuevos Modelos de Conservación de TNC Chile.
Las Soluciones Basadas en la Naturaleza, buscan maximizar la capacidad de la naturaleza para proporcionar servicios ecosistémicos que ayuden a abordar un desafío humano, como la adaptación al cambio climático, la reducción del riesgo de desastres o producción de alimentos, a la vez que mitigan el cambio climático, mejoran la naturaleza y la biodiversidad. En este contexto, este estudio reconoce que en nuestro país existen 27 SbN cuyas características resultan las más eficaces para aportar a la emergencia climática.
Una solución para hacer frente a la sequía
En Chile los humedales son una SbN cuyos beneficios aún son poco conocidos por las personas, y se ven permanentemente amenazados por las actividades recreativas no reguladas, los desarrollos industriales, la agricultura y la urbanización, entre otros.
Estos ecosistemas permiten funciones claves no sólo en la captura y almacenamiento de carbono, sino también en la regulación del flujo del agua, la retención de sedimentos y la mejora de la calidad del agua, entre otros beneficios. Según un estudio realizado por TNC Chile en los humedales altoandinos de la cuenca del Maipo, una hectárea de humedal permite abastecer a 222 personas de agua durante un año.
“Los humedales y su potencial como solución basada en la naturaleza aún no han sido suficientemente estudiados, pero nuestros monitoreos sobre humedales altoandinos indican que tienen un gran potencial de almacenamiento y filtración de agua y captura de carbono, además de un rol en la prevención de desastres, por lo que su protección y restauración puede tener un gran impacto en el mediano y largo plazo, mejorando la calidad de vida de las personas, la agricultura y la biodiversidad. Dado el contexto de sequía que vivimos, si potenciamos su protección y restauración, pueden asegurar resiliencia hídrica para las comunidades que viven a su alrededor, entre otros beneficios”, agregó Maryann Ramírez.