“Hoy en día, existe cada vez más presión sobre las grandes compañías por parte de consumidores, inversionistas y reguladores para implementar prácticas sostenibles en línea con los criterios ESG (Medioambiente, Social, Gobernanza)”, señaló Susana Sierra, CEO de BH Compliance en conversación con Diario Sustentable. En esta conversación revisaremos los Desafíos y oportunidades en gobernanza e impacto en la sostenibilidad empresarial.
¿Qué desafíos y oportunidades enfrentan las organizaciones en términos de gobernanza?
Se les exige a las empresas ser ciudadanos responsables. Sin embargo, la “G” suele pasarse por alto en el discurso empresarial, ya que se presta mayor atención a la “E” y la “S”, que son más fáciles de mostrar y medir. Esto ha llevado a muchas compañías a fallar en sus gobiernos corporativos, lo que a su vez ha dado lugar a escándalos empresariales, como el “greenwashing”. Por esta razón, mejorar las prácticas de gobierno corporativo representa una gran oportunidad para las empresas conscientes de su rol, que desean y deben responder adecuadamente a los inversionistas, reguladores y a la sociedad en general. Además, esto les permite generar valor a largo plazo.
¿En qué consiste la herramienta llamada G-Metrix?
G-Metrix es una herramienta que entrega visibilidad a las acciones corporativas de las empresas y crea una hoja de ruta para avanzar hacia una mejor gobernanza, que les permita alcanzar los mejores estándares empresariales. En concreto, a través de una plataforma tecnológica mide la eficacia de las políticas, procedimientos y prácticas de gobierno corporativo, además de identificar brechas. Esto lo hace en base a cinco pilares: Efectividad del Directorio, Compensación y Remuneración, Gestión de Riesgos y Crisis, Relación con Stakeholders, y Ética y Transparencia.
¿Qué estrategias o enfoques son efectivos para mejorar la gobernanza en entidades públicas y privadas?
Justamente, los cinco pilares en los que se basa G-Metrix permitirán lograr gobiernos corporativos fuertes y eficaces, que actúen alineados a sus valores y propósito. Por eso, las empresas deben revisar si cuentan con un directorio efectivo e idóneo; con un sistema de compensaciones y remuneraciones que incentive el correcto desempeño colectivo e individual, más allá de solo lograr metas; una adecuada gestión de riesgos y manejo de crisis; un actuar en sintonía con los stakeholders que aumentará la confianza, disminuirá incertidumbres y mejorará la toma de decisiones; además de promover la ética y transparencia como factores esenciales de sus acciones.
¿Cómo se puede promover la transparencia y la rendición de cuentas en el marco de la gobernanza?
La transparencia y la rendición de cuentas son fundamentales para un gobierno corporativo sólido, ambas son esenciales en cada una de las acciones corporativas que se llevan a cabo, porque demostrarán la coherencia entre lo que la empresa declara ser -actuando alineada a sus valores- y las prácticas que realmente lleva adelante. Esto, definirá su existencia y éxito en el largo plazo.
Por otro lado, las normativas y exigencias de reguladores se traducen en sinónimo de transparencia y rendición de cuentas, ya que dan la posibilidad a las empresas de divulgar sus acciones sostenibles, tal como lo exige la Norma 461 de la CMF. En ese sentido, las acciones relativas a gobierno corporativo son trascendentales, porque develarán si la empresa está transitando correctamente el camino hacia la sostenibilidad, ya que el éxito de sus acciones medioambientales y sociales, dependerán una buena gobernanza.
¿Cuál es el impacto de una buena gobernanza en el desarrollo sostenible?
Una buena gobernanza permitirá a la empresa ser coherente en sus esfuerzos por ser un actor relevante en la sociedad -no solo en su estrategia comercial- sino porque se preocupa de su entorno, de sus grupos de interés y de mitigar los posibles riesgos que los puedan afectar.
Para eso es tan importante anteponer la G de Gobernanza, porque una empresa consciente, que piensa en el largo plazo, podrá abarcar la sostenibilidad desde su estrategia y se preocupará primero del cómo se logran los objetivos, más que de lograrlos. Entonces, creo que una empresa con una buena gobernanza es la que logrará el éxito, porque una gobernanza fuerte, permitirá que sus acciones medioambientales y sociales también los sean.
¿Qué tendencias o desarrollos futuros ves en el campo de la gobernanza?
En un entorno dinámico como el que vivimos, un buen gobierno corporativo debe ser capaz de adaptarse a las nuevas tendencias y desafíos de la sociedad. Un tema ampliamente discutido hoy es la diversidad en los directorios y equipos ejecutivos, ya sea de género, nacionalidad, competencias u otros. Las organizaciones deben ser capaces de promover la diversidad desde su liderazgo, ya que esta trae perspectivas, experiencias y puntos de vista que permiten tomar mejores decisiones e identificar oportunidades y riesgos que de otro modo podrían pasarse por alto. Otra tendencia es el avance viene de la mano de la tecnología que ha traído consigo importantes avances y oportunidades, pero también nuevos riesgos, como la ciberseguridad o la protección de datos personales, y los gobiernos corporativos deben hacerse cargo de esto, creando una cultura de prevención.
¿Cuáles son los errores comunes que se cometen en la gobernanza y cómo se pueden evitar?
El gran problema es que las empresas elaboran estrategias de corto plazo que no están linkeadas con sus metas reales. Por eso es fácil que declaren lo bien que lo hacen o las buenas intenciones que tienen -por lo general orientadas a lo “verde” o social, porque son más fáciles de implementar y medir-, y terminan fallando en su estrategia, porque tiene más de marketing que de sostenible. Por esto, para tener una estrategia sólida de sostenibilidad es fundamental partir por fortalecer su gobierno corporativo, asegurando el compromiso y el involucramiento activo de los líderes de las organizaciones en el impacto. Es fundamental que el foco esté puesto en el largo plazo.
