“Aunque no sea obligatorio, se recomienda implementar un código de ética y políticas internas, o cumplimientos de buenas prácticas en materia de gobernanza, transparencia, publicidad, conflictos de interés, resolución de conflictos y vinculación con los grupos de interés”, enfatizó Moya en conversación con Diario Sustentable.
“Si no se cree que una organización sin fines de lucro está utilizando sus ingresos de manera adecuada, pierde legitimidad, beneficiarios, ingresos, donaciones y está destinada al fracaso”, agregó.
Monserrat Moya Arrué es abogada de la Pontificia Universidad Católica, Master in Laws, University of UC Berkeley. Cuenta con más de 10 años de experiencia en asesorías jurídicas a empresas y fundaciones nacionales y extranjeras. Ha participado en la creación de más de 50 fundaciones, tanto en Chile como en Estados Unidos, desarrollando la estructura tributaria para que puedan acceder a donaciones y obtener los certificados de donación que permitan a los donantes aportar.
¿Cómo se puede promover la transparencia y la rendición de cuentas en las fundaciones?
Existen diferentes herramientas para promover la transparencia de las fundaciones y su rendición de cuentas. Sin embargo, la mayoría de estas herramientas son voluntarias, ya que las únicas obligaciones legales son presentar la memoria en un formato estandarizado, como lo establece la FECU SOCIAL (una herramienta de presentación estandarizada de memoria y balance para organizaciones sin fines de lucro, disponible desde 2012 y proporcionada por la Comunidad de Organizaciones Solidarias), y someter la contabilidad a una auditoría externa en el caso de aquellas organizaciones que cumplen con los siguientes criterios:
- Poseen un patrimonio igual o superior a $4.000.000.000.-
- Han obtenido ingresos totales anuales por un monto igual o superior a $2.000.000.000.-
Además, en términos de rendiciones de cuentas, las fundaciones deben presentar ciertas declaraciones juradas al Servicio de Impuestos Internos de manera anual. Esto incluye la DJ 1828 y DJ 1832 para aquellas organizaciones que han recibido donaciones, así como la Declaración Jurada 1945 para aquellas fundaciones sin fines de lucro que obtengan ingresos en dinero o en especies por montos superiores a 12.000 UF vigentes al 31 de diciembre de cada año, por cualquier concepto. También existen rendiciones específicas para informar el estado de cumplimiento de los proyectos sujetos a donaciones, como la Ley de Donaciones Sociales al Ministerio de Desarrollo Social o la Ley de Donaciones Culturales al Ministerio de las Culturas y las Artes.
En este contexto, es importante cumplir con estas obligaciones. Aunque no sea obligatorio, se recomienda implementar un código de ética y políticas internas, o cumplimientos de buenas prácticas en materia de gobernanza, transparencia, publicidad, conflictos de interés, resolución de conflictos y vinculación con los grupos de interés. Establecer reglas claras y conocidas hace que sea mucho más factible cumplir con los estándares mínimos de trabajo bien hecho, desde la toma de decisiones hasta la ejecución de los programas con menor impacto de las fundaciones sin fines de lucro.
¿Cuál es el impacto de una buena transparencia en el fortalecimiento de la confianza?
El trabajo de las organizaciones sin fines de lucro se basa en la confianza. Si no se cree que una organización sin fines de lucro está utilizando sus ingresos de manera adecuada, pierde legitimidad, beneficiarios, ingresos, donaciones y está destinada al fracaso. La gran diferencia entre una organización con fines de lucro y una sin fines de lucro es que la primera tiene dueños (los socios), mientras que las segundas no. Por lo tanto, todos los ingresos generados por una organización sin fines de lucro deben destinarse al cumplimiento de su objetivo, que busca un fin social, cultural, ambiental, educativo, benéfico, entre otros. Es por eso que este tipo de organización necesita la confianza del público para llevar a cabo su misión.
En este sentido, una organización que brinda información clara y accesible a cualquier persona garantiza un comportamiento adecuado e invita a conocer lo que realiza, fomentando la participación en su misión. Una buena transparencia fortalece la confianza al demostrar cómo se utilizan los recursos y cómo se alcanzan los objetivos establecidos. Además, permite que los beneficiarios, donantes y el público en general tengan una visión clara de las actividades y los impactos de la organización, lo que contribuye a generar un ambiente de credibilidad y confianza en su labor.
En resumen, una buena transparencia en una organización sin fines de lucro tiene un impacto crucial en el fortalecimiento de la confianza, lo cual es fundamental para su éxito y sostenibilidad a largo plazo.
¿Cómo se puede evaluar y medir el impacto?
Evaluar y medir el impacto es fundamental para cualquier organización que tenga una misión y visión clara. Permite cuantificar el efecto de sus acciones dentro de una comunidad y comprender “qué cambia” para los beneficiarios de los proyectos.
Medir el impacto brinda a una organización la capacidad de entender el progreso que están logrando en su misión y justificar su existencia como organización, ya que podrían no tener impacto alguno. Para llevar a cabo esta evaluación, se utilizan estándares consensuados a nivel internacional por diversas organizaciones. Estos estándares establecen metodologías rigurosas para evaluar el entorno en el que se desarrolla una intervención.
Entre las metodologías utilizadas, la evaluación del retorno social de las inversiones (SROI, por sus siglas en inglés) es la más aceptada y ampliamente utilizada. Junto con mi socia, Bárbara Rodríguez Droguett, empleamos este enfoque. Sin embargo, también existen otros métodos, como el análisis del ciclo de vida social.
En resumen, evaluar y medir el impacto implica utilizar estándares internacionales reconocidos y seguir metodologías rigurosas para comprender el efecto de las acciones de una organización. Esto permite demostrar el progreso en la misión y justificar la existencia de la organización al demostrar su impacto tangible en la comunidad beneficiaria.
¿Qué recomendaciones darías a las fundaciones que buscan mejorar su nivel de transparencia?
En primer lugar, es importante establecer una gobernanza sólida con un directorio comprometido e involucrado en la gestión de la fundación. El directorio tiene la responsabilidad legal de la gestión de la organización sin fines de lucro (OSFL). Si el directorio solo cumple un papel superficial, será difícil que sean buenos embajadores de la labor realizada por la OSFL. Por lo tanto, es fundamental contar con un directorio comprometido y activo.
En segundo lugar, es recomendable implementar protocolos o procedimientos internos claros en la toma de decisiones, ejecución de actividades, resolución de controversias y recepción de quejas. También es importante fomentar la apertura a recibir feedback de los beneficiarios y otros grupos de interés, ya que su perspectiva puede ser valiosa para evaluar si la OSFL está cumpliendo o no su misión. La conexión y retroalimentación con los grupos de interés directos e indirectos es esencial para asegurar que los programas de la OSFL se lleven a cabo de manera efectiva.
Por último, pero no menos importante, es fundamental que las OSFL realicen mediciones de impacto. No basta con decir que una fundación tiene, por ejemplo, 10 beneficiarios. Es necesario ir más allá y medir el retorno social de la inversión (SROI) de los programas. Esto implica cuantificar el impacto generado por cada peso invertido y demostrar cómo los programas benefician a la sociedad. La medición de impacto no solo fortalece la transparencia, sino que también ayuda a mejorar la calidad de los programas entregados.
En resumen, las recomendaciones para mejorar el nivel de transparencia de una fundación incluyen establecer una gobernanza sólida, implementar protocolos internos claros, fomentar la retroalimentación de los grupos de interés y realizar mediciones de impacto. Estas acciones contribuyen a fortalecer la legitimidad y la efectividad de la fundación.
¿Cuáles son los errores comunes que se cometen y cómo se pueden evitar?
En primer lugar, se encuentran los errores estructurales. Algunas fundaciones tienen objetivos demasiado acotados y no consideran los impactos sistémicos de los programas actuales. Es importante ampliar la visión y asegurarse de que los objetivos de la fundación estén alineados con los desafíos y necesidades de la comunidad.
Además, es frecuente que se constituyan fundaciones o asociaciones sin considerar la normativa tributaria necesaria para acceder a fondos públicos y donaciones en el futuro. Es esencial incorporar la normativa adecuada desde el principio para poder aprovechar estas fuentes de ingresos más adelante.
Otro error común es el miedo a comunicar las acciones y procesos de la fundación. Esto se debe principalmente al temor a la crítica, especialmente en las redes sociales. Sin embargo, cada vez es más importante ser transparente y comunicar de manera efectiva lo que se hace y cómo se hace. Contar con un código de ética que establezca procedimientos claros, así como disponer de información accesible en las páginas web de las organizaciones, informes financieros, evaluaciones de impacto, entre otros, son medidas que ayudan a evitar estos errores y fomentan la transparencia.
En resumen, para evitar errores comunes en las fundaciones, es necesario ampliar la visión de los objetivos, considerar la normativa tributaria desde el inicio, y fomentar la comunicación transparente y efectiva. Estas medidas contribuyen a fortalecer la gestión de las fundaciones y su impacto en la comunidad.
¿Cuáles son los beneficios de la transparencia en el sector social?
La transparencia da legitimidad, crea confianzas, mejora el impacto de los proyectos de las OSFL e involucra a distintos actores de la sociedad en éstos. Los beneficios son que, en tiempos como estos, en que se han sembrado muchas dudas por los errores que han cometido unos pocos, nadie dudaría de la OSFL como un todo, sino que entenderían que son casos puntuales y no empañaría el gran trabajo que han hecho tremendas organizaciones en nuestro país, pero lamentablemente, los errores de algunos arrastran injustamente a otros.
¿Qué herramientas recomendarías a las fundaciones que deseen fortalecer la gestión?
Es difícil de abarcar en una sola respuesta, pero algunos puntos que me parecen imprescindibles son: Primero, hacer una planificación estratégica de lo que se quiere lograr con la OSFL, esa planificación estratégica debe contemplar un plan operativo y un plan de trabajo que optimice las capacidades de cada integrante del equipo y dejar constancia de lo anterior, dado que, aunque vaya cambiando, siempre servirá como guía de ruta. Segundo, tener una gobernanza comprometida con la gestión del equipo ejecutivo y a la cual se le rinda cuenta de lo que hace la OSFL. Tercero, conocer a los stakeholders y hacer alianzas con ellos, hay muchas OSFL que buscan el mismo fin, pero a través de distintos programas, entonces estableciendo convenios de colaboración puede ser un win win para ese ecosistema. Cuarto, ser sumamente ordenados y rigurosos con los ingresos y egresos de la OSFL y dejar todo documentado. Quinto: evaluar el impacto.