La compañía global de origen sueco cuenta con importantes planes y estrategias para generar bienestar a las personas y el planeta.
Asimismo, ha implementado cerca de 200 proyectos que aportan a la reducción de energía y gas, al tiempo que ha generado alianzas para el mejor uso y eficiencia del agua en sus procesos productivos.
Potenciar procesos productivos más sustentables y sostenibles es parte de los objetivos sociales que muchas compañías, industrias y rubros buscan aportar a la construcción de un mundo con mayor bienestar a las personas y el planeta.
En este contexto, es que Essity a nivel global, tiene un fuerte compromiso para contribuir con los objetivos de sostenibilidad de las Naciones Unidas, y se ha enfocado en 6 de los 17 objetivos, en donde su experiencia puede entregar las mayores contribuciones. Y en Chile, también, han implementado diversos planes, acciones e innovaciones que les han permitido estar alineados a la ambición de cero emisiones neta que tiene la compañía para 2050.
“Para nosotros la sostenibilidad es lo que nos va a permitir tener un negocio fuerte y que genere valor a nuestras audiencias externas. Por eso trabajamos desde generar bienestar para las personas a través de romper tabús; diversidad, equidad e inclusión, y mayor acceso a soluciones de higiene y salud que cumplan con todas las características de seguridad y transparencia. Por el lado del planeta nuestros focos están puestos en protección del clima, preservación de la diversidad y circularidad de productos, focos que nos permiten seguir avanzado para alcanzar las cero emisiones netas para el 2050”, afirmó Germán Scavone, Director de Operaciones para Essity South Latam.
En su planta de Lampa, Santiago, la empresa produce cerca de 2.400 toneladas de papel con las que luego se produce papel higiénico, toallas de cocina y servilletas para sus marcas Tork® y Favorita®, las que en su mayoría son para consumo local en Chile y un porcentaje para exportación.
“Nosotros, además de generar eficiencias en nuestros procesos, siempre buscamos eficiencias en el consumo de nuestros recursos energéticos (gas y electricidad), uso de agua y disminuir la generación de residuos del proceso. De esta manera, reciclamos el 98% de nuestros residuos y sobrantes en base de fibra, y el 90% de nuestros residuos industriales son reciclados por empresas especialistas en el área, y todo el papel sobrante o defectuoso que se genera en nuestras conversiones, vuelve a la máquina papelera para ser convertido nuevamente en papel”, comenta Erik Wiegand, Site Manager de la planta de Essity en Lampa.
Respecto al consumo de agua, la compañía lleva a cabo un programa de reducción y optimización, que le ha permitido disminuir en un 40% el consumo en los últimos años. Así, por ejemplo, en conjunto con empresas colaboradoras, desarrolló un proyecto que le ayudó a bajar en un 80% el consumo de agua fresca en las regaderas, además de otros proyectos en las bombas de vacío que mejoraron el rendimiento en consumo de agua como eléctrico.
En materia de energía, la compañía en Chile ha realizado más de 200 proyectos de automatización buscando reducir el consumo de electricidad y gas, en los cuales ha sido clave la optimización de los procesos, monitorear permanentemente la frecuencia en los motores, y optimizar los ciclos de operación.
Uno de los más grandes, fue el cambio de la caldera a gas natural, de muy alta eficiencia energética (97% de eficiencia), ya que en cada una de sus etapas de recuperación logra reutilizar al máximo la capacidad calórica.
Respecto a la disminución de las emisiones de CO2, y muy en línea con los proyectos y acciones implementados en la planta, se ha logrado superar la meta que se tenía al 2030 pasando del 35% al 65% de disminución.
Todos estos resultados, se suman a los que la empresa ya tiene a nivel mundial, en donde, de acuerdo a su Reporte Anual de Sostenibilidad del 2022, mostró que superaron su proyección de innovaciones sustentables, alcanzando un 68% a nivel mundial, logrando un positivo impacto en el medioambiente y en la sociedad; lograron alcanzar una reducción de residuos de un 62%, avanzando hacia el objetivo que para 2030, pueda ser recuperada para desarrollar materiales y energía; y finalmente, en cuanto al uso de fibra virgen certificada por la FSC (Forest Stewardship Council) y la PEFC (Programm for the Endorsment of Forest Certification), alcanzaron un 97%, previniendo la deforestación y promoviendo la biodiversidad.