Esta iniciativa busca apoyar la reforestación nativa y recuperación de suelos a través de la donación de árboles a más de 200 pequeños agricultores que dependen del manejo sustentable de los bosques. La activación se realizó en las regiones más devastadas por los siniestros del último año: Biobío y Ñuble.
Las consecuencias de la última temporada de incendios forestales, la segunda más destructiva de nuestra historia, se dejaron sentir con fuerza en el país. Con más de 430 mil hectáreas afectadas, el impacto medioambiental, la destrucción de bosques y la pérdida de nuestra fauna silvestre, fueron solo algunos de los principales golpes que dejó esta catástrofe, causando también estragos en la vida y en la economía de miles de personas, quienes vieron como el fuego destruyó parte importante de su patrimonio biológico, fundamental para su desarrollo y el de sus comunidades.
Es en este contexto que Fundación Reforestemos y el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) se unieron para contribuir en la recuperación de terrenos pertenecientes a más de 200 pequeños agricultores y agricultoras, de dos de las regiones más afectadas por los incendios forestales de la última temporada, Biobío y Ñuble, que concentran más de la mitad de la superficie devastada en el país.
Cada agricultor recibió entre 100 y 200 árboles nativos -de entre 1 y 2 años-, completando en conjunto 20.890 plantines donados para promover la restauración de más de 100 predios en la región de Ñuble y 100 en la región de Biobío. Las especies fueron Maqui, Peumo, Avellano, Litre, Radal, Arrayán, Maitén, Roble chileno, Roble Maulino, Quillay, Huingán y Mayu, todas ellas nativas de las zonas a reforestar y con las condiciones óptimas para adaptarse a los suelos y climas de los terrenos, proyectando una larga vida.
“Seguimos firmes en el compromiso diario de contribuir a una restauración activa de nuestros bosques nativos, en este caso, los que fueron afectados de manera grave por la última temporada de incendios y, ahora último también, por las consecuencias de las recientes lluvias. Gracias a esta sinergia público-privada se pudo identificar y apoyar a los propietarios más impactados por estas catástrofes naturales. Nos enorgullece trabajar junto a INDAP en esta iniciativa, colaborando en una ayuda social que se traducirá, en un futuro, en un aporte el medioambiente y al ecosistema económico y social de estas comunidades”, señaló Suzanne Wylie, directora ejecutiva de Fundación Reforestemos.
Por su parte, el director nacional de INDAP, Santiago Rojas Alessandri, dijo que “desde el primer día de los incendios forestales como Gobierno hemos acompañado a las y los afectados de esta catástrofe, porque juntas y juntos nos levantamos. Desde INDAP hacemos un llamado a nuestras agricultoras y agricultores y a toda la ciudadanía para que cuidemos nuestros bosques y entorno, pero sobre todo hacemos un llamado a reforestar con árboles nativos. Esto permitirá la regeneración de nuestros ecosistemas, lo que se traduce en una herramienta fundamental para prevenir los incendios forestales”.
Esta donación fue denominada como una “Donación 2.0”, debido a que no solo cuenta con la entrega de árboles nativos, sino que se suman todos los insumos necesarios para cuidarlas y hacerlas crecer de manera óptima, incluyendo fertilizante, tutores y protectores individuales, además de un sistema de monitoreo impartido por la misma Fundación Reforestemos.
En total, esta iniciativa benefició a siete comunas: Cobquecura, Quirihue y Ninhue, en el caso de Ñuble, y Nacimiento, Santa Juana, Tomé y Hualqui, en la región de Biobío. Sin embargo, el lanzamiento simbólico de esta donación se realizó en el Bosque Santiago -región Metropolitana- y contó con la presencia del director subrogante de Fundación Reforestemos, Cristóbal Rebolledo y de Santiago Rojas, director de INDAP.
Recuadro: Detalle de Árboles distribuidos por región:
Especie | Nombre común | INDAP Ñuble |
Aristotelia chilensis | Maqui | 1105 |
Cryptocarya alba | Peumo | 600 |
Lomatia hirsuta | Radal | 400 |
Maytenus boaria | Maitén | 1150 |
Nothofagus glauca | Hualo | 130 |
Nothofagus obliqua | Roble chileno | 1110 |
Quillaja saponaria | Quillay | 4000 |
Schinus polygamus | Huingán | 1240 |
Sophora macrocarpa | Mayu | 400 |
Total general | 10135 |
Especie | Nombre común | INDAP Biobío |
Cryptocarya alba | Peumo | 1000 |
Gevuina avellana | Avellano | 400 |
Lithraea caustica | Litre | 185 |
Lomatia hirsuta | Radal | 710 |
Luma apiculata | Arrayán | 300 |
Maytenus boaria | Maitén | 1260 |
Nothofagus obliqua | Roble chileno | 1180 |
Quillaja saponaria | Quillay | 3170 |
Schinus polygamus | Huingán | 2000 |
Sophora macrocarpa | Mayu | 550 |
Total general | 10755 |
Cabe mencionar que estas donaciones se enmarcan dentro del “Plan de Restauración post Incendios 2023” de Fundación Reforestemos, el cual tiene como objetivo trabajar y recuperar zonas prioritarias, de alto valor ecológico y social como son las cuencas, áreas silvestres protegidas y zonas de interfaz y tiene como meta 750 mil árboles nativos reforestados al 2025, en áreas protegidas, bosques pertenecientes a pequeños agricultores y arbolado urbano de distintas comunas. Adicionalmente, se intervendrán 1,2 millones de metros cuadrados con trabajos de prevención de incendios: silvicultura, control de especies exóticas y construcción de cortafuegos. Todo esto, en base a la articulación de actores públicos y privados, además de la ayuda de aproximadamente 3 mil voluntarios para la ejecución de los distintos proyectos que se realizarán en las tres regiones más afectadas del país: Biobío, La Araucanía y Ñuble.