La compañía continúa cumpliendo su propósito de ‘Un Mejor Cuidado para Un Mundo Mejor’. En el caso de Chile, se utiliza un sistema de producción ecoamigable y sigue una estrategia global para reducir el impacto ambiental.
Kimberly-Clark avanzó a la tercera posición en la lista de las 100 Empresas más Sostenibles 2023 que elabora Barron´s y que reconoce calificaciones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) sobresalientes entre las empresas más grandes de los EE. UU. que cotizan en bolsa. De esta manera, la compañía por cuarto año consecutivo fue incluida en este listado.
“La clasificación de este año es un reflejo del progreso que hemos logrado hacia el cumplimiento de nuestra meta de mejorar las vidas de 1,000 millones de personas en comunidades desatendidas y vulnerables en todo el mundo para 2030, mientras trabajamos para reducir a la mitad de nuestra huella general para el final de la década”, dijo Mike Hsu, Chairman y CEO de Kimberly-Clark.
Barron’s compila la lista de las 100 Empresas más Sostenibles junto con Calvert Research and Management, líder en inversiones ESG. Las primeras 100 organizaciones obtuvieron las puntuaciones más altas en 230 métricas ESG, que evaluaron desde la diversidad en el entorno laboral hasta las emisiones de gases de efecto invernadero. El progreso hacia una economía circular fue un tema clave en las clasificaciones para este año.
En este contexto, el Country Manager de Kimberly-Clark en Chile, Leandro Gottlieb, abordó los desafíos de la compañía en Chile para los próximos años y señaló que “la sostenibilidad es un tema prioritario para la empresa y es un pilar fundamental que tomamos en consideración en la fabricación de nuestros productos. En este sentido, nuestro objetivo es que nuestra planta ubicada en Colina sea de clase mundial con resultados sostenibles y seguir los pasos de nuestra matriz en Estados Unidos”. El ejecutivo comentó que para conseguirlo se ha implementado una política “Zero Waste” en la factoría, que implica reutilizar y/o reciclar los productos para que no regresen al medioambiente en forma de basura o desperdicios. Por otro lado, se trabaja bajo los estándares de la Ley REP desde mucho antes que se esta se promulgara. Además, la planta posee un control de la intensidad lumínica que se autorregula según la luz natural, donde de día se utiliza apenas un 20%.
Gottlieb también destacó el compromiso de Kimberly-Clark con la sostenibilidad en cada una de sus operaciones y su objetivo de reducir su impacto ambiental. Dentro de las metas a alcanzar para 2030, se incluye reducir la huella de plástico en un 50%, las emisiones de gases de efecto invernadero en un 50% (alcance 1 y 2) y la huella hídrica en zonas con estrés hídrico en un 50%. “Nuesta estrategia global nos guía para minimizar de manera significativa el impacto en nuestro planeta. Y de la mano de la creciente innovación tecnológica en el rubro, podrémos mejorar la accesibilidad a las personas a través los programas que ejecutamos en apoyo a las comunidades”, comentó el gerente.
El compromiso de Kimberly-Clark con la ciudadanía corporativa junto con la responsabilidad ambiental y social ha sido reconocido por su inclusión en la lista de 2022 del Instituto Ethisphere de las Empresas más Éticas del Mundo y su puntuación perfecta en el Índice de Equidad Corporativa de 2022 de la Human Rights Campaign Foundation. Además, la compañía recibió el Premio a la Excelencia SmartWay® 2021 de la Environmental Protection Agency (EPA) de los EE. UU. y fue incluida en el Salón de la Fama de Liderazgo Climático de 2022.
Vea la clasificación de las 100 Empresas más Sostenibles de Barron’s aquí.