María Gloria Timmermann es ingeniera comercial con 19 años de experiencia. Ha trabajado en distintas empresas ligadas a la industria financiera, como analista y jefa de research, consultora e investor relations, hasta que en enero de 2020 llegó a la Bolsa de Santiago como Gerente de Relaciones Corporativas y Sostenibilidad.
¿Cómo ha sido tu camino profesional ligado a los criterios ESG?
Creo que todo este camino, todo el conocimiento de la industria en su conjunto, hizo que viera un desafío y una oportunidad en trabajar para que las empresas migraran desde la Responsabilidad Social Empresarial a la Sostenibilidad. Cuando empecé a trabajar lo máximo era la RSE, pero desde afuera nos empezaron a preguntar qué estábamos haciendo. Ahí empecé a investigar, a estudiar y reunirme con las personas que sí sabían y finalmente a entender que las empresas y el mercado en general teníamos que hacer la transición y sumarnos a los estándares globales de acuerdo con los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo, porque ya no era un tema de imagen o cosmético, sino que se transformó en una parte medular de toda operación.
¿y en términos de avances?
Hemos hecho un tremendo avance como país, porque hoy no se concibe una compañía que no tenga una política robusta relacionada a estos criterios. Por mi parte he tenido que aprender e investigar, lo que me ha permitido sacar adelante grandes proyectos relacionados con la sostenibilidad, que al final me han llenado de satisfacción y se han convertido en mis grandes logros profesionales.
¿Cuáles creen que son los desafíos relacionados a los criterios ESG?
Uno de los principales desafíos es seguir concientizando a los inversionistas de la necesidad de incorporar los criterios ESG en la toma de decisiones, de manera que puedan invertir responsablemente.
Por el lado de los emisores, los desafíos tienen que ver con el reporte de información e incorporación de nuevos criterios, a partir de la nueva norma de la CMF que nos obliga a incorporar nuevas materias en los reportes integrados. Ahí, también está el reto de no botar a la basura todo lo que se había avanzado a través de la utilización de GRI, sino lograr adicionar lo que ahora se nos está exigiendo, al final del día se trata de reportar más y mejor.
Otro de los desafíos que tenemos en Chile es lograr que haya más emisiones etiquetadas en el mercado, que los financiamientos de los emisores no sean a través de bonos estándar, sino verdes, sociales, sostenibles o vinculados a la sostenibilidad, que están haciendo furor en el mundo, pues permiten levantar fondos para iniciativas corporativas y comprometen a las entidades a alcanzar metas de sostenibilidad previamente definidas.
¿Qué rol jugará la nueva norma de IFRS de sostenibilidad?
Hacia el segundo semestre, también se nos viene la nueva norma de IFRS de sostenibilidad. Esto hará que todas las compañías tengamos que entender y empezar a trabajar para converger al nuevo estándar, lo que vemos como una tremenda oportunidad de tener información comparable entre los emisores, cosa que hoy depende de las regulaciones de cada país y de la “voluntad” de entregar más datos.
¿Qué acciones tan desarrollando desde la Bolsa de Santiago?
Desde la Bolsa de Santiago ya estamos trabajando en la implementación de cursos para que todos los actores del mercado logren este nuevo estándar y viendo la manera de sistematizarlo en herramientas digitales, para así poner la tecnología a disposición de la sostenibilidad.
El 2022 la Bolsa de Santiago obtuvo la certificación CarbonNeutral®, bajo el marco del CarbonNeutral Protocol, el principal estándar a nivel mundial para la neutralidad de carbono. Esto, además de ser un tremendo logro de todo el equipo, también representa desafíos, porque tenemos que certificarnos todos los años, mantener y ojalá bajar más aún nuestra huella, que ya es baja, pero seguir en este camino.
¿Habrá una integración entre Santiago, Colombia y Perú?
Este año va a ser especialmente desafiante para nosotros, porque se va a concretar la integración de las Bolsas de Santiago, Colombia y Perú, por lo que vamos a tener que equiparar los estándares de los tres países, para que así este nuevo modelo, esta bolsa integrada, se convierta en referente de sostenibilidad en América Latina y el mundo.
¿Cuáles creen que son las principales barreras?
Todavía hay mucho desconocimiento en el mercado sobre lo que implican estos nuevos estándares y la nueva forma de reportar. Desde La Bolsa es algo que percibimos hace tiempo y, por eso, hemos estado haciendo cursos, como el Taller de Memoria Anual con Enfoque ASG o la próxima Certificación en Análisis ASG, que tiene a la Bolsa de Luxemburgo como certificador.
¿Es importante educar al mercado?
Estamos desarrollando una iniciativa que contempla charlas corporativas en materias como carbono neutralidad o capital natural, pues sabemos que se debe educar al mercado y dotarlo de mejores herramientas, que les son útiles, porque en esto no basta que una empresa o un grupo de empresas tengan un camino claro en sostenibilidad, sino que el mercado en su conjunto tiene que incorporar la sostenibilidad a todos sus procesos.
¿También están creando una aceleradora de sostenibilidad y un laboratorio de greenwashing?
Para nosotros, es fundamental derribar el mito de que “solo los grandes pueden ser sostenibles”. Para eso estamos trabajando en un Hub con la Universidad Andrés Bello, Pacto Global y otras entidades -esperamos que se vayan sumando más con el tiempo- con el fin de crear una aceleradora de sostenibilidad y un laboratorio de greenwashing. Sabemos que la sostenibilidad es para todos y tenemos que ver la forma de que todas las organizaciones, grandes, medianas o pequeñas, la incorporen dentro de sus procesos. Obviamente hay empresas que tienen que invertir más para ser sostenibles y ahí el desafío es que los inversionistas entiendan que hay que ayudar a las compañías a avanzar en este sentido. Esto se tiene que convertir en un círculo virtuoso, donde los inversionistas contribuyan y los emisores se comprometan a avanzar en sostenibilidad con ese financiamiento.