Gabriela Salvador es Ingeniera Comercial de la Universidad de Chile con 30 años de experiencia. Hace 15 años asumió como Directora Ejecutiva de Vantrust Capital. Actualmente pertenece a la Asociación de Ética Empresarial y a directorios de distintas compañías. Además, es parte de la directiva de 13 importantes fundaciones como Mujer Impacta, GSG Nab, Asociación de Empresas Familiares, entre otras.
¿Cuáles creen que son los desafíos relacionados a los criterios ESG/ASG?
Creo que el principal desafío es establecer una sistema métrico común para medir los criterios A de ambiente y S de sociedad. Como país estamos muy avanzados en el cumplimiento de la G de gobernanza de los ESG y es un tema que hemos logrado establecer disciplinadamente en las empresas.
Los temas ambientales y sociales como equidad, discriminación y género, ya se están poniendo en las agendas desde hace algunos años. Sin embargo, nos hemos propuesto “medir” estos indicadores, pero no se nos ha entregado la métrica. Cada empresa de cada país, puede tener un sistema propio de medición y eso inevitablemente es tramposo, ya que impide hacer comparaciones o medir de una manera más laxa lo que sabemos que no tendrá tan buenos resultados.
¿Es importante contar con un sistema único de medición?
Para que los ESG realmente cumplan con su prometido, debemos contar con un sistema único de medición que nos permita medir nuestros KPI´s y que los resultados puedan compararse entre las empresas medidas, debido a que se cuenta con un mismo criterio.
¿Cuale es el rol de las inversiones de impacto?
Otro desafío importante es ir como país más allá de los ESG, como lo hace España, Alamania, Suecia y Estados Unidos, entre otros. Allí se promueve de manera real las inversiones de impacto, es decir, aquellas que junto con entregar una rentabilidad tienen la intención de generar un impacto positivo en el medio ambiente, sociedad o ambos. Acá en Chile contamos con esas inversiones, pero no se les ha dado la relevancia necesaria para ciudadanos y mercado, como por ejemplo los fondos de energía sustentable o los multifamily. Estos últimos por ejemplo, presentaron una rentabilidad promedio industria del 5,7% real anual. Lo que muestra que no es “buenismo”, sino un buen negocio.
¿Cuáles creen que son las principales barreras?
Las principales barreras están en que la generación de riqueza histórica ha sido sin ESG, por lo que no existe una premura por implementarlos, es decir, no se ve un “beneficio” en ello. Además incorporar los ESG provoca un aumento de costos para los empresas, lo que también retrasa la incorporación de éstos, especialmente de quienes creen que esto es “una moda que va a pasar” y finalmente una gran barrera es que no existen parámetros standard, como decía anteriormente, lo que perjudica la razón por la que se decidió implementar estos criterios.
Necesitamos cambiar esa mentalidad, incorporar en la mente de empresarios, ciudadanos, niños que los ESG son solo un comienzo, no una moda, no un “green wash”, una necesidad que como planeta y seres humanos debemos interiorizar. Las empresas que no lo entiendan van ser las primeras en extinguirse.