Francisca Sotta es administradora de empresas y MBA. En 2012, cofundó Almaciguera y ha trabajado en la integración de variables ESG y sostenibilidad en empresas de diferentes industrias. Ha co-fundado diversas iniciativas en el sur de Chile, tales como Comunidad B Patagonia, Cuenca Sostenible, Red Impacta y la Corporación por la Niñez. Además, es presidenta del directorio de Sistema B Chile.
¿Cuáles creen que son los desafíos relacionados a los criterios ESG?
Creo que el mayor desafío para las empresas es conocer y “apropiarse” de los criterios ESG. Según su industria, contexto y tamaño puede medir y visibilizar los avances en sus variables “críticas”. En mi opinión, las empresas que decidan ir más allá del “cumplimiento normativo” serán aquellas que aseguren su rentabilidad en el largo plazo, pudiendo contar de esta manera con información no financiera en su matriz de riesgos, conociendo así los impactos positivos y negativos que genera su propia operación, desde la mirada o percepción de sus stakeholders o grupos de interés; información fundamental hoy en día para gestionar tanto las variables ESG como aquellas relacionadas con la sostenibilidad.
En la actualidad existen diversas herramientas y metodologías complementarias que se relacionan con la medición y gestión de los criterios ESG, sin embargo, aún enfrentamos desafíos relacionados a su comunicación; el lenguaje es complejo y suele ir dirigido a los/as accionistas. Considero que un gran desafío para este 2023 sería simplificar el lenguaje para que otros stakeholders se puedan informar acerca de la gestión ESG de una empresa con indicadores comparables.
¿Cuáles creen que son las principales barreras?
Para lograr integrar los criterios ESG en el modelo de negocios de una organización, debemos comenzar por un diagnóstico. Por ejemplo en esta etapa la Evaluación de Impacto B – utilizada por las Empresas B o B Corps es una excelente herramienta.
Luego es fundamental definir cómo se abordarán las brechas y desafíos. En mi experiencia, en la mayoría de las empresas la información y datos de las variables ESG se encuentran muy dispersos en las diferentes áreas y no se cuenta con una visión más integrada, lo cual es primordial para poder trabajar en su medición, gestión y en consecuencia comparabilidad. Es recomendable también, que la decisión de medir y gestionar las variables ESG provengan del directorio, logrando así un desafío común para las diferentes áreas de la organización.
