Santiago Garcés, Gerente General de UM Chile
El cuidado del medio ambiente, la responsabilidad social y el equilibrio del entorno, son temas prioritarios y de preocupación para la sociedad, los cuales requieren respuesta. Es por eso que hoy, más que nunca, las organizaciones tienen la necesidad y el desafío de responder a las demandas y trabajar en su sostenibilidad corporativa.
Sin embargo, es importante no caer en el “Greenwashing” que se conoce como la práctica o estrategia de marketing y comunicación para mostrar a la audiencia que una marca es respetuosa con el medio ambiente, pero que en el fondo sus procesos ni sus productos tienen buenas prácticas ecológicas o medioambientales. Caer en el greenwashing puede tener impactos fuertes en la reputación de una compañía, alejando potenciales clientes e inversionistas.
Los verdaderos principios de la sostenibilidad tienen que ver con la forma de generar un impacto positivo en el medio ambiente, las comunidades con las que una empresa interactúa (tanto los colaboradores como comunidades externas) e ir más allá del beneficio económico donde se brinde un beneficio para la sociedad.
Las marcas deben entender que para ser sostenibles en el tiempo deben trabajar en generar impactos positivos, con objetivos que sean medibles, viables y acciones que comprometan positivamente a las futuras generaciones, implementando actividades más conscientes con el entorno y las comunidades, más allá de la acción propiamente tal.
En esa línea, un estudio realizado por la OIT y Acción Empresas el año 2022, asegura que “ante los desafíos actuales, las empresas chilenas han aumentado su compromiso con el desarrollo sostenible, siendo 26 de ellas las que actualmente están participando en Dow Jones Sustainability MILA Pacific Alliance Index”, un indicador que evalúa el rendimiento sostenible de las organizaciones a nivel internacional y que señala a Chile como uno de los países mejor evaluados de la región en este índice.
Aplicar estrategias de marketing sostenible es lograr encontrar nuevas formas de relacionarse no solo con los clientes, sino también con el entorno, respondiendo a las demandas de una sociedad más informada, exigente y comprometida con el medio ambiente y diversas causas sociales. Para esto, se deben aplicar métodos que contribuyan a dar soluciones, comunicar acciones concretas y ser lo más transparentes posibles, para obtener resultados que generen cambios e impacto real.
Como marca, considerar un programa que incluya objetivos sostenibles no solo contribuye a trabajar por un mundo mejor, sino que además a posicionar y tener una buena imagen y reputación para la empresa. Una de las cosas más importantes y que muchas organizaciones tienen como prioridad, es atender a las necesidades de los clientes y trabajadores, fidelizarlos y generar vínculos de confianza con ellos. Hoy en día, estos tienden a poner mayor atención en programas de sostenibilidad, tienen otras motivaciones y consideran relevantes ciertos temas que, como organización, se deben atender.
Entonces, ¿Cómo crear estrategias sostenibles? La base es posicionar la sostenibilidad en la cultura de la empresa, trabajar por el bienestar de los colaboradores y tener objetivos alcanzables. Luego, hay que escuchar al cliente y atender a sus solicitudes, implementando políticas de marketing que respondan a sus necesidades. Por último, generar valor dando a conocer el espíritu de cambio que tiene la organización, la mentalidad innovadora y su contribución de soluciones, con acciones concretas, que respondan a esta demanda social por la sostenibilidad.
En definitiva, brindar estrategias sostenibles es entregar un beneficio para la sociedad, generar impactos positivos y reflejar un actuar correcto de la organización. Las acciones de marketing son el primer paso para trabajar en lo que hoy es una necesidad, la sostenibilidad corporativa.