Los gobiernos reanudan las negociaciones en las Naciones Unidas, en Nueva York, para concretar un nuevo Tratado sobre la Alta Mar que garantice la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina en las áreas situadas fuera de la jurisdicción nacional.
La conferencia intergubernamental , que durará dos semanas, se celebrará del 20 de febrero al 3 de marzo de 2023 y es la reanudación de las negociaciones de agosto de 2022, cuando a los gobiernos se les acabó el tiempo
La alta mar, que cubre la mitad de la Tierra, sustenta vibrantes ecosistemas marinos, formas de vida fundamentales para el suministro mundial de alimentos y el sistema climático del planeta. Sin embargo, ha estado plagada de una gobernanza deficiente o irregular, y con solo el 1,2 % del océano protegido, vastas zonas de la alta mar están abiertas a la explotación no sostenible. Este nuevo tratado tiene por objeto subsanar estas deficiencias y ofrece una oportunidad histórica para adoptar nuevas medidas revolucionarias para los océanos, como el establecimiento de áreas con total protección y el fortalecimiento de la evaluación y la gestión de las actividades humanas.
El reciente compromiso mundial de proteger al menos el 30 % del océano para 2030 (objetivo “30×30”) ofrece un ambicioso escenario para garantizar que este nuevo tratado proporcione los instrumentos jurídicos necesarios para convertir el objetivo en una realidad. La presión recae ahora sobre los gobiernos para que garanticen que el tratado que finalmente se acuerde sea lo suficientemente ambicioso y se traduzca en un océano sano en lugar de uno degradado.
Entre los asuntos clave que aún deben tratarse en la reunión se incluyen: medidas para garantizar que el nuevo tratado pueda crear efectivamente nuevas zonas marinas protegidas en lugar de “parques de papel”; salvaguardas para evitar daños derivados de actividades humanas que afecten a la alta mar y a los fondos marinos; un marco institucional sólido que garantice la aplicación y el cumplimiento efectivos; normas para la toma de decisiones que eviten permitir que uno o dos países bloqueen los avances; y cuestiones críticas de financiamiento y equidad relacionadas con la creación de capacidades y el reparto de los beneficios de los recursos genéticos marinos.
Sarah Bevis, de High Seas Alliance, señaló que “Es frustrante lo cerca que estuvimos de conseguir que este tratado se aprobara en agosto, en lo que se suponía iba a ser la ronda final de negociaciones. Con la agudización de las crisis del clima y la biodiversidad, no podemos permitirnos el lujo de perder tiempo para recuperar la salud de los océanos”. Esta vez tenemos que aprovechar este momento y conseguir que se apruebe un tratado ambicioso, de modo que podamos prepararnos para trabajar en la tarea crucial de ratificarlo e implementarlo”.
La Dra. Laura Meller, responsable de la campaña sobre los océanos y asesora polar de Greenpeace Nordic señaló que “Los océanos sustentan toda la vida en la Tierra. Su destino se decidirá en estas negociaciones. La ciencia es clara. Proteger el 30% de los océanos para 2030 es el mínimo absoluto necesario para evitar una catástrofe. Fue alentador ver a todos los gobiernos adoptar el objetivo 30×30 el año pasado, pero los objetivos elevados no significan nada sin acción.”
“Que esta sesión especial se celebre tan poco tiempo después del fracaso de la última ronda de negociaciones nos da esperanzas. Si el 3 de marzo se acuerda un Tratado sólido, el objecto del 30×30 seguirá vivo. Los gobiernos deben volver a las negociaciones dispuestos a encontrar compromisos y lograr un Tratado eficaz. Ya estamos en la prórroga. Estas conversaciones son una última oportunidad para conseguirlo. Los gobiernos no deben fracasar”.
Trevor Jones, Director de Campaña de Only One expresó que “Sin protecciones para alta mar, no podemos esperar tener un océano sano, y sin un océano sano ponemos en grave riesgo la vida marina, los medios de subsistencia costeros y la estabilidad alimentaria mundial. Millones de personas de todo el mundo se han manifestado: Quieren un Tratado de Alta Mar sólido, y cuentan con que sus líderes hagan por fin el trabajo”.
Liz Karan, Directora del Proyecto de Gobernanza de los Océanos de Pew agregó que “La alta mar alberga una vida marina diversa y ecosistemas únicos fundamentales para la salud de nuestro océano y nuestro planeta. Los países deben aprovechar esta oportunidad para finalizar un sólido tratado que establezca AMP de alta mar intersectoriales y altamente protegidas en beneficio de las generaciones actuales y futuras.”
Jennifer Morris, Directora General de The Nature Conservancy enfatizó en que “Garantizar la protección jurídica de las vastas zonas de alta mar fuera de las jurisdicciones nacionales, y reconocer activamente la importancia de abordar esta situación, es un paso fundamental para avanzar hacia nuestro ambicioso objetivo ’30×30′ en el nuevo Marco Global de Biodiversidad de la ONU. Para cumplir el compromiso colectivo de conservar el 30% de los océanos de la Tierra de aquí a 2030, es imprescindible que las negociaciones de Nueva York culminen con éxito en un Tratado de Alta Mar formalmente acordado y jurídicamente vinculante”.
Gladys Martínez, Directora Ejecutiva de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA) señaló que “La alta mar necesita urgentemente un marco de gobernanza. Esperamos que los Estados concluyan un tratado fuerte y ambicioso durante estas dos semanas.”