José Fuentealba, Sales Manager de InterSystems Latam
El sistema financiero es uno de los sectores más avanzados en transformación digital y se ha caracterizado por mutar constantemente debido a las necesidades y exigencias de sus consumidores. De esta manera, implementan nuevas estrategias que respondan a las demandas del mercado para darle viabilidad al negocio. Junto con ello y ante las exigencias de las personas, se ha visto una gran disrupción por parte de las fintech y los “neobancos”, quienes impulsados por la tecnología, enfoque diferente y costos más bajos, han logrado crecer de manera significativa en los últimos años.
En está línea, para los próximos años se presentan tres grandes retos para la banca: El primero, es centrarse en el manejo en tiempo real de procesos de cálculo de riesgo y análisis de cartera, usando grandes volúmenes de datos y escenarios variados y dinámicos. El segundo punto, es contar con un soporte apropiado para dotar a los usuarios de negocio de herramientas de exploración de información, que combinen datos de distintas fuentes, normalmente separadas o en silos y que se requieren relacionar con los datos transaccionales. Por último, es fundamental manejar grandes cantidades de información uniendo datos vivos con la historia profunda, manteniendo un alto y consistente desempeño en el acceso a la información.
Durante el último año el sector financiero también se ha enfrentado a otros dos grandes desafíos como el de escalabilidad para aquellos servicios y productos que se vieron impactados positivamente y en este sentido cómo hacer frente a un crecimiento explosivo en sus clientes y transacciones.
De esta manera, para que los bancos logren una posición mucho mejor en la industria en los próximos cinco o diez años, deberán lograr una conexión correcta con los consumidores y las corporaciones. Sin embargo, para llegar a esto necesitan la agilidad de las fintech, por lo que deben simplificar su gestión de datos para poder adaptarse a los cambios en la demanda rápidamente y escalar a medida que aumentan las cargas de trabajo.
Reducir costos, aumentar la productividad y poner al cliente al centro de toda operación es y seguirá siendo uno de los puntos más importantes.