Raúl Mietta, Consult Leader de Kyndryl Chile
Sabemos que el 2022 estuvo marcado por los retos de transformación digital que se aceleraron con la pandemia. Esto revolucionó nuestros métodos de trabajo y de vida, siendo la tecnología un gran aliado para ayudarnos a sobrevivir en un entorno altamente complejo.
Ante este escenario, se puede prever que el 2023 será un año desafiante, pues será necesario establecer hojas de ruta en términos de modernización y aceleración digital para seguir adaptándonos rápidamente a las necesidades del mercado. Es clave que la actualización continua de las habilidades de los colaboradores sea una prioridad para aprovechar al máximo cada avance tecnológico, mediante el desarrollo de skills en la comunidad de TI, y promover el cierre de brechas de profesionales, que está frenando el progreso y la evolución de los proyectos de modernización.
Es fundamental que los profesionales cuenten con un lugar de trabajo adecuado. Esto significa implementar los procesos y la infraestructura digital necesarias para el trabajo híbrido, de modo que cuando surjan problemas, no tengan un impacto devastador, tal como sucedió a inicios de la pandemia.
En este sentido, un artículo publicado en Harvard Business Review, menciona que los empleados están un 230% más comprometidos y tienen un 85% más de probabilidades de permanecer más de 3 años en un trabajo si cuentan con el soporte tecnológico adecuado. El futuro de los negocios y organizaciones no es terminar con el trabajo remoto, sino reenfocar los esfuerzos en lugares de trabajo digitales basados en la experiencia para generar beneficios transformadores y tangibles.
La realidad es que, si bien la mayoría de los altos ejecutivos entienden los beneficios del trabajo híbrido, se estima que dos tercios de las empresas aún no están listas para el cambio, según un estudio de AT&T publicado en Forbes. Por ejemplo, las compañías carecen de una estrategia de seguridad confiable, de la capacidad de medir la eficacia de sus empleados en un entorno de trabajo remoto, entre otras problemáticas.
Es por ello, que resulta clave crear un entorno omnicanal donde cada empleado pueda optar por trabajar desde la oficina o desde su propia casa. En este contexto, el desafío es que las organizaciones puedan garantizar que este nuevo entorno sea perfecto y brinde una experiencia superior, y por supuesto, promueva la colaboración y cultura organizacional. En 2023, las experiencias digitales ocuparán un lugar destacado en la lista de prioridades de reclutamiento y también serán influyentes en la retención de talento.
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