La Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático certificó en Producción Limpia a 29 empresas con 33 instalaciones del país, tras culminar un Acuerdo de Producción Limpia (APL) liderado por el Centro de Envases y Embalajes de Chile (CENEM), que les permitió incorporar en el sector y en su cadena de valor, herramientas de análisis y mejoras ambientales, avanzando en los principios de economía circular.
Mediante este trabajo colaborativo público-privado, que contó con el apoyo del Ministerio del Medio Ambiente, las empresas aumentaron el contenido de material reciclado en sus productos, incrementando el porcentaje de uso de plástico reciclado de un 17% a un 22% (2.494 toneladas) y en papel y cartón reciclado de un 62% a un 65% (64.354 toneladas).
El uso de material reciclado permitió una reducción de más de 17 mil toneladas de CO2, aumentando en un 13% la reducción de las empresas en comparación a su situación previa al APL y también determinó un ahorro indirecto de energía de 57.412.357 kWh para el año 2021.
Además, se desarrolló un plan de gestión general para residuos de envases no domiciliarios generados en las instalaciones, resultando una tasa de valorización total del 80%, con un aumento del 17%, lo cual se estima como un importante avance en el cumplimiento que tendrán que lograr estas empresas como consumidor industrial, bajo un sistema de Responsabilidad Extendida del Productor,y al cumplimiento de metas de residuos no domiciliarios.
“Estamos en un momento clave este año para la ley REP y este APL cobra especial importancia para su implementación exitosa”, valoró el subsecretario del Medio Ambiente, Maximiliano Proaño, y añadió que “los APL tienen dos aspectos muy positivos; por un lado, el cambio que producen en avanzar en procesos más sustentables para las empresas, y también para los gobiernos sirven como pilotaje para pensar políticas públicas, planes y programas adecuados en base a evidencia, como también para la fase de implementación de estas políticas, por eso es tan importante este APL en el contexto de la ley marco de Cambio Climático”.
En tanto, Ximena Ruz, directora ejecutiva de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, enfatizó el rol de las empresas: “Ustedes son claves en la implementación de la Ley REP, son un sector que ha visualizado las necesidades de Chile, incorporando alta tecnología; ustedes aumentarán la reciclabilidad, la reutilización y también la prevención, a través de la articulación y generación de iniciativas que reduzcan pérdidas y extiendan el uso de materiales e insumos”.
Para promover la prevención de la generación de residuos y el uso más extendido del material reciclado, así como su inclusión en nuevos envases para aportar en la reducción de extracción y uso de materiales vírgenes, el APL aportó en el desarrollo de capacidades en el sector en temáticas de ecodiseño, análisis de ciclo, Ecopackaging y Responsabilidad Extendida del Productor, generándose 24 propuestas de ecodiseño.
Por otro lado, el consumo de agua de proceso tuvo una reducción total del 20,3%, equivalente a un ahorro de 123.637 m3; en tanto el agua de servicio se redujo en un 13,95%, lo que representa un ahorro de 93.085 m3.
El APL significó para las empresas una inversión sobre $1.099 millones y ahorros sobre $652 millones, con un retorno promedio de 22 meses.
“Como corporación, queremos ser un real aporte en la construcción de un Chile más circular y para que nuestra industria pueda transitar en ese camino es fundamental la voluntad y coordinación de todos los actores involucrados. Es esto precisamente lo que hemos logrado a través de este segundo Acuerdo de Producción Limpia, pues creemos que es tremendamente importante lograr que los procesos industriales sean más sustentables y reforzar así nuestro compromiso con el medioambiente a través del uso eficiente y responsable de los recursos”, señaló Pamela Pavez, presidenta de CENEM.
Un impacto social relevante fue la creación de una estrategia sustentable común dentro del sector, fortaleciendo relaciones público-privadas para generar el encadenamiento necesario en aspectos productivos y también normativos.
El APL apoyó el desarrollo y estandarización de procedimientos y registros dentro de las empresas, orientados a la gestión de residuos de envases no domiciliarios. Otro aspecto destacado fue la puesta al día en las instalaciones de las declaraciones anuales de la REP sobre envases y embalajes puestos en el mercado, al definir que los embalajes que acompañan a los productos como envases vacíos, también son sujeto de declaración, tema del que las empresas no tenían claridad antes del APL.