Los emprendedores deberán adecuarse a un cambio de paradigma, siendo responsables desde una perspectiva financiera para generar márgenes y utilidades, por sobre el crecimiento y la facturación.
El último año se revirtió una tendencia que se venía viendo hasta el 2021 en el mundo de las startups: el boom de las inversiones de Venture Capital. Hasta entonces, la estrategia de financiamiento consistía en levantar capital con buenas ideas pero sin un modelo de negocio completamente desarrollado, priorizando el crecimiento por sobre la rentabilidad.
Esto cambió en 2022. El mundo, como un todo, entró en un proceso de recesión económica, principalmente influenciado por la guerra entre Rusia y Ucrania. Con ello, la inflación y las tasas de interés aumentaron, y los préstamos de dinero se volvieron más caros. En ese contexto, a los fondos de Venture Capital se les hizo más difícil levantar fondos, prefiriendo mover sus inversiones a activos menos riesgosos, más predecibles y más estables.
“Las condiciones económicas mundiales provocaron un cambio en el nivel de exigencia de los inversionistas, dado que hoy hay menos capital disponible, el capital se movió a otros rubros, y como consecuencia las valorizaciones de las empresas tecnológicas cayeron. Si ya era difícil levantar fondos, durante 2022 fue mucho más complejo. Y este será el principal desafío que seguirán enfrentando las startups este nuevo año que recién comienza”, afirma el CEO y Cofundador de RendaloMaq, Ariel Vaisman.
Lo anterior significa que, para lograr ser vistos con buenos ojos por los inversionistas, los emprendedores deberán poner su foco principal en lograr la rentabilidad, siendo responsables desde una perspectiva financiera para generar márgenes y utilidades, por sobre el crecimiento y la facturación. Ya no basta con una buena idea, el potencial del tamaño del mercado o la calidad del equipo, sino que hay que ofrecer algo más.
Vaisman explica que la estrategia de las startups que buscan financiamiento debe velar por cuidar “la caja” y reducir los costos, a fin de implementar un modelo de negocio sustentable que pueda generar un punto de equilibrio. “Ser una empresa con responsabilidad financiera y que crece sosteniblemente en el corto plazo le va a permitir operar durante largo tiempo sin necesidad de inyectar capital reiteradamente. Ese es el cambio de paradigma que se proyecta para el 2023 en el mundo del Venture Capital”.
De esta forma, plantea que hay muchas oportunidades para crear nuevos emprendimientos exitosos de la mano de un gran capital humano que permita aprovechar los fondos disponibles de Venture Capital. Para ello, es necesario mostrar un modelo de negocios sólido, con potencial de ser rentable en el corto plazo. “Hay que acelerar la llegada al punto de equilibrio”, cierra el CEO de Rendalomaq.