Vilma Pérez, Líder de Sostenibilidad de Arcadis Chile
Instaurada por Naciones Unidas como una jornada para la sensibilización y concientización sobre el cambio climático y sus impactos, la celebración del “Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2” es un momento para reflexionar e impulsar acciones a todo nivel: global, local y en cada uno de nuestros ámbitos de acción.
El desafío por mitigar el cambio climático –y mantener dicha alza bajo los 1,5 grados Celsius– es enorme. La meta de alcanzar la cero emisión a 2050 requiere que el 50% de las reducciones se produzcan antes de 2030. Es decir, la acción climática es ahora y urgente, y solo de esa manera podremos evitar efectos devastadores e irreversibles.
La humanidad necesita disminuir anualmente cerca de un 6% de la producción de combustibles fósiles durante la década en curso. Un reto especialmente complejo si, en palabras del secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, nuestra sociedad es “adicta” a elementos como el gas, el petróleo y el carbón.
Somos la primera generación que sufre los efectos de la crisis y la última que puede actuar para revertirlos. Chile está dando importantes pasos en esta dirección, uno de ellos, la promulgación de la Ley Marco de Cambio Climático en junio de 2022, estableciendo como meta que el país sea carbono neutral y resiliente al clima a más tardar el 2050.
Es crucial que las acciones de mitigación y adaptación vayan de la mano. Las soluciones basadas en la naturaleza, por ejemplo, ofrecen una respuesta interesante, ya que contribuyen a mejorar la resistencia climática de forma más sostenible, al tiempo que revierten la pérdida de biodiversidad y reducen nuestra huella de carbono.
En este contexto, Arcadis elaboró un documento técnico para analizar las potenciales iniciativas en este sentido, valorando aquellas experiencias basadas en la naturaleza que pueden ayudar a las empresas, comunidades y ciudades a adaptarse de forma sostenible y resiliente al cambio climático, de la manera más equitativa posible.
Las soluciones basadas en la naturaleza buscan entender en cada contexto cómo funciona la naturaleza en el lugar específico, y en base a ese entendimiento, generar soluciones eficaces y sostenibles, por ejemplo, para proteger las zonas costeras vulnerables de la subida del nivel del mar y tormentas más severas debido a las amenazas del cambio climático.
El propósito de este aprendizaje –fruto de varias décadas trabajando de la mano con partes interesadas a nivel público y privado- es inspirar para tomar las acciones correctas de forma más acelerada. En este contexto, ser líderes de las políticas y acciones climáticas, es una tarea que nos debe apasionar en este año que comienza.