A pocos días del inicio de la conferencia climática COP27 en Sharm El-Sheikh, Egipto, WWF pide un cambio claro y decisivo para pasar de las promesas abstractas a la acción en el mundo real. La organización de conservación advierte a los líderes mundiales que, en estos momentos, la crisis climática avanza más rápido que nuestra respuesta a ella, y que el porvenir de personas y lugares de todo el mundo se está tambaleando por las consecuencias catastróficas de la inacción.
Manuel Pulgar-Vidal, director mundial de Clima y Energía de WWF y presidente de la COP20, dijo: “El tiempo nunca ha estado realmente de nuestro lado, pero ahora es nuestro mayor enemigo. El alcance del colapso climático ya es evidente en todo el mundo, devastando vidas y medios de subsistencia, y acelerando aún más la pérdida de biodiversidad. Estamos muy lejos de mantener el calentamiento a 1.5° C y se nos acaba el tiempo para tomar medidas transformadoras que eviten los daños más terribles e irreversibles para la sociedad y los ecosistemas”.
“Sigue existiendo una enorme brecha entre lo que se necesita, lo que los países han prometido y lo que realmente está sucediendo en términos de reducción de emisiones, creación de resiliencia y apoyo a los países de bajos ingresos. El financiamiento contra el cambio climático sigue en el limbo. A pesar de que la demanda de apoyo financiero para permitir a los países adaptarse a los desastres climáticos crece, el financiamiento sólo llega a cuentagotas”, agregó.
“¡No tenemos tiempo para más retrasos y excusas! Los países deben cumplir las promesas del pasado y aumentar su ambición y acción para evitar que la crisis climática se descontrole aún más. Cada año perdido pone en riesgo a más personas vulnerables. Debemos aprovechar este momento para dirigir el mundo hacia un futuro limpio y sostenible. Cada momento es importante”, puntualizó Manuel Pulgar-Vidal.
Después de un año con inundaciones sin precedentes en Pakistán, que dejaron un tercio del país bajo el agua, y otras partes del mundo devastadas por olas de calor, sequías, incendios y tormentas tropicales cada vez más intensas, WWF insta a las partes a asegurar acuerdos decisivos sobre la adaptación y el financiamiento de Pérdidas y Daños. Frente a los desastres que dejan a los países y comunidades vulnerables con una necesidad urgente de apoyo, es esencial que la comunidad internacional se una para ayudarles a adaptarse, crear resiliencia y hacer frente a los injustos costos de la crisis climática.
Desafíos de Chile en la COP27
“Nuestro llamado como WWF es a continuar incrementando la ambición climática, tanto para Chile como para el resto de los países, entendiendo a la vez que la crisis climática está muy ligada a la crisis de pérdida de biodiversidad, lo que es muy evidente y gravitante en un país como el nuestro, cuyo desarrollo está fuertemente ligado a la naturaleza y al mismo tiempo es altamente vulnerable al cambio climático. Por lo mismo, avanzar en este desafío de manera conjunta e integral, promoviendo, por ejemplo, soluciones basadas en la naturaleza para enfrentar la emergencia climática, como restauración de paisajes y creación y conservación efectiva de áreas protegidas, tanto terrestres como marinas, sin duda es un aporte muy necesario”, señaló Ricardo Bosshard, director de WWF Chile.
“Si bien los gobiernos nacionales tienen un papel fundamental en las negociaciones, los gobiernos subnacionales, digamos regionales y locales, así como los privados, instituciones de educación superior, asociaciones gremiales, religiosas, culturales y organizaciones de la sociedad civil, son esenciales también para alcanzar las metas que permitan hacer frente al desafío climático. Sumarlas y establecer puentes entre ellas para fortalecer la acción climática es una tarea muy relevante, que Chile ha asumido a través de su Alianza para la Acción Climática (ACA Chile), articulada por WWF y que suma unas 50 entidades asociadas”, agregó Bosshard.
Junto con los anuncios de nuevos compromisos o refuerzo de los actuales, también existen expectativas respecto al papel que jugará la ministra del Medio Ambiente de Chile, Maisa Rojas, quien guiará la mesa de trabajo sobre “Pérdidas y daños” en la COP27, uno de los temas más relevantes en el marco de las negociaciones climáticas.
África, naturaleza y energía
Para WWF es esencial que esta COP, que tiene lugar en el continente africano entre el 6 y el 18 de noviembre, cumpla con la gente de esta región. A pesar de que sólo representa el 4% de las emisiones, África se enfrenta a una exposición desproporcionada a los impactos climáticos, ya que se estima que el continente se está calentando 1,5 veces más rápido que la media mundial. Los países desarrollados deben cumplir e incrementar urgentemente sus compromisos financieros, tecnológicos y de desarrollo de capacidades con África para que el continente sea resistente al clima en 2030.
WWF también pide que la naturaleza tenga un papel más importante en los debates de este año. La crisis climática está provocando la pérdida de la naturaleza, y esta misma destrucción de los ecosistemas naturales está alimentando a su vez la crisis climática. Pero la naturaleza puede ser parte de la solución. WWF insta a los líderes a integrar las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) dentro de la acción climática y a crear un impulso antes de la cumbre sobre biodiversidad COP15, que se celebrará en diciembre en Montreal, la última oportunidad de la humanidad para restablecer su relación rota con la naturaleza.
Para lograr un resultado sólido en la COP27, WWF pide a ONU Cambio Climático que garantice que los grupos de la sociedad civil puedan participar plenamente en la cumbre. Todas las discusiones deben tener en cuenta y beneficiarse de la experiencia que han desarrollado los grupos de la sociedad civil y los pueblos indígenas de todo el mundo a la hora de abordar los retos que plantea la crisis climática.
Dado que la cumbre se celebra en un contexto de tensiones geopolíticas y de una mayor atención a la seguridad energética en todo el mundo, WWF hace un llamado a la unidad de los países para obtener resultados sólidos que proporcionen soluciones para un futuro seguro. Si no transformamos rápidamente nuestros sectores de la energía, la alimentación, el transporte y el uso del suelo y eliminamos la dependencia de los combustibles fósiles, las tensiones geopolíticas no harán más que empeorar.