Según el Reporte de Bienestar 2022 de Betterfly, en términos generacionales, los millennials ubican al primer factor en un tercer lugar y para los baby boomers y la generación Z ni siquiera entra en el top.
Los confinamientos por la pandemia del Covid 19 y la implementación del teletrabajo en numerosas organizaciones, son dos aspectos que les han “pegado” fuerte a los trabajadores chilenos.
Así se desprende del Reporte de Bienestar 2022 elaborado por Betterfly con información levantada en Chile, México, Ecuador, Perú, Argentina, Colombia, Brasil y España y que parte de la base que el burnout (enfermedad ocupacional definida por la OMS como el estado de agotamiento físico y emocional que puede afectar a los colaboradores en cualquier posición e industria), está generando estragos en los colaboradores.
Si bien -en coincidencia con la tendencia global-, para el 39,5% de los trabajadores chilenos el salario es el elemento que más influye al momento de cambiar o buscar un nuevo trabajo, los nacionales le dan mayor relevancia al ambiente laboral (11,6%), a la flexibilidad laboral (11,6%) y a la posibilidad de crecer y desarrollarse profesionalmente (10,4%).
“Los datos que muestra este estudio para Chile evidencian la necesidad de que los líderes empaticen más con sus equipos y promuevan espacios donde sean escuchados para así corregir situaciones que puedan afectar al clima laboral. Por otra parte, si las organizaciones no aplican los cambios necesarios, al final serán ellas quienes pagarán el costo. En Betterfly estamos convencidos de que los colaboradores deben ser abordados como seres integrales, considerando tanto sus aspiraciones profesionales como personales y sus sueños, para que puedan convertirse en la mejor versión de sí mismos”, dijo Andrés O’Ryan, Country Manager en Betterfly Chile.
En términos económicos este aspecto causal cobra relevancia ya que se estima que 615 millones de personas sufren de depresión y ansiedad. El impacto de lo anterior genera un costo no menor: según un estudio reciente de la OMS, a nivel global, esto se traduce en $1 billón en pérdidas de productividad cada año.
Aspecto generacional
Si bien para todas las generaciones incluidas en el estudio (millennials, baby boomers y la generación Z) el salario ocupa la primera posición, luego aparecen algunas diferencias.
Por ejemplo, los millennials ubican al ambiente laboral en la tercera posición, detrás de la posibilidad de crecer y desarrollarse profesionalmente y la flexibilidad laboral; mientras que para los baby boomers y la generación Z ni siquiera entran en el top. Sus prioridades, además de la remuneración, son la posibilidad de crecer y desarrollarse profesionalmente y la flexibilidad laboral.
Conjugar la vida personal con la profesional es determinante para la generación X y los baby boomers -segundo y tercer puesto, respectivamente-, pero no para la generación Z y los millennials.
Si se habla de similitudes, todas las generaciones creen que el bienestar laboral está íntimamente relacionado con el buen clima laboral.
Mayor agotamiento que el global
Al preguntarle a los colaboradores chilenos sobre las emociones negativas que han sentido al realizar su trabajo, respondieron prácticamente de la misma manera que el global del estudio, con algunas variaciones porcentuales mínimas. Sin embargo, llama la atención en esta interrogante, en la que podían marcar múltiples opciones, que el 60% dijo que ha sentido agotamiento, una cifra que supera a la tendencia global, que es 54%.
Las generaciones más jóvenes, los millennials y la generación Z, están más cansados, registrando porcentajes muy por encima de la media del país y de todo el estudio en las opciones “agotamiento” y “sobrecarga de trabajo”.
Quizás por esto son los que sienten más ganas de renunciar. Mientras la tendencia en Chile es del 40% en esta opción, los millennials tienen 47% y la generación Z, 55%. También son las generaciones que más sienten algún tipo de descriminación laboral, con respecto a la media del país.
