Según los últimos datos del Ministerio de Educación, en 2022, existen 227 mil niños, niñas y jóvenes que están fuera del sistema escolar, 40 mil más que la última cifra publicada en 2020. Esto se ha agravado por la pandemia, durante la cual, según han mencionado autoridades del MINEDUC, la cifra de niños, niñas y jóvenes que estando matriculados durante 2021 no asistieron en 2022 es de 50 mil.
Esta situación no solo es preocupante en el contexto de la recuperación de aprendizajes, sino también en los múltiples desafíos que la pandemia ha dejado para el desarrollo de trayectorias educativas positivas. Para ese resultado se necesitan todos los esfuerzos de las autoridades y la sociedad civil, de modo de contrarrestar los factores de riesgo asociados: repitencia, inasistencia, ambientes poco pertinentes para el aprendizaje, entre otros.
En este contexto, el MINEDUC ha puesto todos los esfuerzos en la recuperación temprana de estudiantes que, por la pandemia han salido de los establecimientos educativos, además de trabajar en medidas que restituyan la importancia de la educación para jóvenes y adultos y el aprendizaje a lo largo de la vida. Como Red de Organizaciones que Atienden la Exclusión Escolar (ROAEE), relevamos el esfuerzo dialéctico y práctico, de parte de los equipos del Ministerio de Educación, por diseñar una política de revinculación educativa con focos esenciales y bien proyectados.
En este marco, los desafíos son enormes y creemos que es necesario avanzar en la consolidación de una política pública que atienda a niños, niñas y jóvenes que han sido excluidos del sistema escolar de manera integral y permanente, considerando:
- Aumento de recursos para fortalecer los acompañamientos que realizan las organizaciones públicas y de la sociedad civil para la recuperación de trayectorias educativas.
- Asegurar que exista una oferta de reingreso / reinserción en un porcentaje amplio de las regiones de Chile. Lo que permita enfrentar el fenómeno de la exclusión escolar de manera descentralizada.
Como ROAEE ponemos, como siempre, a disposición de quien lo requiera nuestra vocación y experiencia de trabajo socioeducativo en terreno, por aquellos que el sistema ha privado de tanto, de lo que por derecho les corresponde.