Año tras año, toneladas de chatarra viajan desde Rapa Nui hacia el continente en cargamentos que son reciclados y transformados en uno de los aceros con la huella de carbono más baja de la industria.
Con un territorio de 163 km cuadrados que alberga a unas 7 mil personas, Rapa Nui genera toneladas de chatarra que no pueden ser recicladas de manera local. Por ello, autoridades en conjunto con empresas locales y del continente, han dado vida a una estrecha relación que permite, desde hace más de una década, llevar a cabo la recolección de toneladas de material ferroso de manera periódica.
Lo anterior es fruto de un convenio firmado entre la Ilustre Municipalidad de Rapa Nui y Aceros AZA, que además cuenta con el apoyo de la empresa filial de CORFO, SASIPA, y de compañías navieras que se encargan del traslado de la isla al Puerto de Valparaíso. Logrando, de manera colaborativa, aportar al cuidado del medioambiente.
“Una vez más evidenciamos el hermoso trabajo que finalizó con un cargamento de 16 toneladas de residuos ferrosos que son recepcionadas por la empresa AZA en Chile continental […] Agradecerles a todos porque este es un trabajo de colaboración con la comunidad y externos”, señala la jefa de Planta de Reciclaje de Orito, Alexandra Tuki.
La carga está compuesta por 45 pallet con briquetas de hierro y acero, una cifra que se suma a un trabajo continuo que desde 2009 ha recolectado más de 200 toneladas de chatarra que han sido recicladas y convertidas en acero verde, que se ha incorporado a diferentes obras de la industria metalmecánica, construcción y minería.
“Esta iniciativa se enmarca en un programa de apoyo territorial que tiene como objetivo ayudar a las comunidades alejadas y al medioambiente a través del retiro de chatarra, alcanzando también otras localidades, como la Antártica, Isla Juan Fernandez, Cochamó y recientemente, Punta Arenas”, señala la Gerenta de Sostenibilidad de Aceros AZA, Paola Grandela.
Las 16 toneladas de chatarra que se reciclarán sirven para fabricar cerca de 14 toneladas de acero verde, que a diferencia del que se elabora a partir del mineral de hierro, tiene algunos atributos ambientales que le permiten ahorrar 61 MWh de energía, 23 m3 de agua y 20 toneladas de CO2eq.
Por otro lado, Rapa Nui tiene un delicado ecosistema que dificulta la tarea de usar espacios para la disposición de residuos sólidos, por lo que este tipo de programas se hace muy importante para preservar este valioso patrimonio de la humanidad.