Mario Velázquez, Presidente de Schneider Electric Chile
En estos días, se celebra el Día Mundial del Ahorro Energético, en un contexto en donde el mundo ha perdido un poco el foco en la grave crisis climática que estamos viviendo. Temas como la pandemia, la guerra, la inflación y diversos conflictos políticos en el mundo han afectado sin lugar a dudas, pero aún estamos a tiempo de enmendar el rumbo.
No tenemos que olvidar que más allá de los problemas locales, el Cambio Climático es un problema que nos amenaza a todos como especie. Acá no existen nacionalidades ni grupos distintos, somos todos seres humanos que ven amenazada su existencia por acciones que nosotros mismos hemos provocado.
Es por esto que en el Día Mundial del Ahorro Energético es importante hacer un llamado a todos los actores, líderes, empresarios, activistas, a tener conciencia y aplicar con mayor rigurosidad prácticas de sustentabilidad y ahorro energético. No para nosotros, sino que para nuestros hijos, nietos y bisnietos.
En este aspecto, es importante recalcar que según tres estudios que publicamos recientemente en Schneider Electric, las compañías efectivamente hablan mucho de prácticas de sustentabilidad, pero a la hora de implementarlas, son pocas las que efectivamente las hacen.
El 73% de las organizaciones que participaron en los estudios realizados por S&P Market Intelligence, Forrester Consulting y Canalys, que recolectaron datos de casi 3.000 participantes ligados a la industria de las TI y Data Center en todo el mundo,consideran que la sostenibilidad es su segunda prioridad empresarial, pero sólo el 33% afirma haber creado un plan estratégico de sostenibilidad. Chile tampoco escapa de esta tendencia, pese a medidas gubernamentales específicas.
En cuanto a generación de energía, afortunadamente son varios los proyectos de energías renovables que se han implementado en el país. Sin embargo, esto no es suficiente. La severa sequía que nos afecta tiene efectos que se sienten incluso en las regiones del sur del país. Necesitamos que las empresas, compañías y los hogares se comprometan en serio a prácticas de ahorro, de sustentabilidad. Nuestro planeta lo necesita, nuestros hijos dependen de ello. Es hora de dejar nuestras diferencias de lado y volver a unirnos en una causa que tenemos el deber de combatir y promover en conjunto.