Startups, organizaciones y fundaciones con enfoque sustentable lideradas por jóvenes, esa ha sido la tónica de los últimos años. Según el informe de competitividad mundial, Chile logró posicionarse en segundo lugar de emprendimiento en etapa inicial a nivel global durante el 2021.
Hablar de pandemia en el mundo del emprendimiento es de dulce y agraz, provocó la quiebra de algunas y el crecimiento explosivo de otras, pero con un gran valor agregado y responsabilidad, el cambio climático. Actualmente en Latinoamérica hay 850 empresas B certificadas, que tienen como objetivo cambiar la economía global para beneficiar a las personas, comunidades y el medio ambiente, de ellas 210 son de Chile.
Sin embargo, según cifras del Ministerio del Medio Ambiente, diariamente se desechan más de 20 mil toneladas de basura y Chile no es un país que tenga cultura de reciclaje, pero, “este tipo de contaminación es generada por causas prevenibles, puesto que la basura surge de aquellos residuos producidos por las personas que no son correctamente gestionados”, explica Cristian Lara, Fundador de Reciclapp.
Es por esto que las empresas, startups y fundaciones tienen un rol fundamental en este proceso, según información del Ministerio de Energía, se tiene como objetivo disminuir la contaminación ambiental, desde una reducción de al menos el 25% de las emisiones totales del carbono negro al 2030, con respecto del 2016. Mientras que las empresas, deberán elaborar planes estratégicos de gestión para riesgos de desastres derivados del cambio climático.
Este proceso de cambio consciente ya comenzó desde la mirada de los jóvenes, creando startups con un enfoque en el medio ambiente. Este año se llevó a cabo el “2022 Latin America Climate Tech 50”, que tiene como finalidad captar nuevas empresas jóvenes e innovadoras de rápido crecimiento en Latinoamérica y el Caribe ligadas al cuidado, protección o salvación del medio ambiente. Entre algunas de las seleccionadas del año en Climatech están Kilimo y Wedu Work de Chile y en la sección de economía circular, Algramo, Greener, Spora, Eureciclo, Kigul y Reciclapp.
Estas instancias son relevantes para el país, “nos da un reconocimiento como startups con un objetivo claro en el medio ambiente y lo que podemos lograr visibilizando, educando y normalizando prácticas como el reciclaje. Solo en Reciclapp ya somos 64.000 usuarios aportando al planeta una cultura que sea pro a la economía circular, esperamos que en un futuro próximo, toda la sociedad sea parte de este avance”, expresó Lara.
Si las grandes y pequeñas empresas se unen a ser parte de cambios como reciclar, ser conscientes con los recursos no renovables y a traspasar este cambio de paradigma a sus clientes, stakeholders y su cultura organizacional, poco a poco se educa a sociedades para entender la importancia de la protección del planeta y su ecosistema, permitiendo así que próximas generaciones tendrán la posibilidad de habitar de mejor manera.
Desde Reciclapp, aplicación móvil chilena que gestiona el reciclaje gratuito a la puerta del hogar, aseguran que este es el último paso, pero no el menos importante. Destacan que al momento de reciclar es vital separar bien nuestros desechos, para así asegurarnos que estos lleguen a plantas valorizadoras y que no tiremos ese esfuerzo a la basura.
