Día Mundial contra el Cambio Climático

Cata Droguett, Conferencista y Autora del libro “Ecología Personal”

Alarma mundial ha causado el reciente Informe de Evaluación Global publicado por la Oficina de las Naciones Unidas para la reducción del riesgo (UNDRR sus siglas en inglés), que señaló que de cara al año 2030, en el mundo, ocurrirá una catástrofe natural al día, como terremotos, huracanes, sequías, inundaciones y lluvias intensas.

Dramáticamente recibimos un nuevo Día Mundial contra el Cambio Climático, que se aloja cada 24 de octubre en el calendario y que nos invita a reflexionar y sobre todo a actuar para aportar en disminuir la crisis climática ocasionada por la desmedida acción humana, el continuo uso y explotación de combustibles fósiles, la explotación de los recursos naturales, entre otros factores que generan el calentamiento global.

La crisis climática sigue siendo la mayor amenaza a mediano y largo plazo a la que se enfrenta la humanidad y pone en riesgo absoluto al medio ambiente, flora y fauna, y la sobrevivencia como raza en el planeta. Cabe señalar que Chile es uno de los países más vulnerables a esta crisis.

No podemos dejar de mencionar cómo afecta esta situación de crisis a los océanos sumideros de carbono por excelencia, ellos absorben el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera y lo almacenan. Sin embargo, la acumulación de dióxido de carbono en los océanos cambia su composición y se acidifica. Este fenómeno amenaza directamente la capacidad de los océanos de absorber este dióxido, produciendo muertes y enfermedades de la flora y fauna marina que solo incrementan la crisis ambiental que estamos experimentando. Sumamos a lo anterior, que de acá al año 2050 habrá más plásticos, que peces en el mar.

Por la crisis climática y sus consecuencias, algunas poblaciones se verán obligadas a migrar para poder sobrevivir, provocando la aparición de refugiados climáticos. Lo anterior tendrá como consecuencia tensiones en torno a los recursos naturales disponibles, incluyendo el agua y los suelos que reforzará las desigualdades sociales entre las poblaciones, especialmente en países en vías de desarrollo.

Los datos anteriormente expuestos, son solo algunos que podemos desprender de la crisis climática en curso y que van en aumento. La pregunta es ¿Qué podemos hacer para detener este estremecedor panorama? La propuesta: comenzar impactando nuestro espacio más cercano y eso nos invita a comenzar por nuestro hogar y acciones del diario vivir. Dentro de ellas están reducir tus emisiones por transporte y optar por caminar o moverse en bicicleta, transporte público o darle una oportunidad a la electromovilidad. También reducir el consumo de carnes y productos de origen animal, ya que la industria de la carne es responsable del 15% de las emisiones de efecto invernadero en el planeta. Otro aporte es modificar la forma de consumo comenzando por comprar solo lo que realmente necesitamos, incorporando conceptos como reducir, reparar y reutilizar todo lo que ya tenemos y por supuesto hacernos cargo de nuestros desperdicios orgánicos compostando y los inorgánicos llevándolos para que sean reciclados.

Las acciones son muchas pero la más importante es informarnos para tomar decisiones conscientes con nosotros mismos y con el planeta.