La arquitecta y consultora energética recorrió el edificio La Huasa de Siena Inmobiliaria en el marco de su gira por Latinoamérica y rescató la incorporación de componentes pasivos junto con ahondar sobre lo que está pendiente en Chile para poder masificar esta forma de construir mejores viviendas.
Con más de diez años de experiencia en el instituto Passivhaus Alemania, Susanne Theumer emprendió un viaje con su familia por Sudamérica con el objetivo de visitar las construcciones pasivas de diversos países como Colombia, Bolivia, Argentina, entre otros. Así, en su paso por Chile, la consultora energética para el Gobierno Alemán visitó el Edificio La Huasa de Siena Inmobiliaria, el único en el país en obtener el más alto estándar de eficiencia energética en todos sus departamentos, además de contar con el sello A+ según la Certificación Energética de Viviendas (CEV), otorgado por el MINVU.
“En este recorrido por La Huasa pudimos apreciar que se incorporaron todos los componentes que conocemos de casas pasivas, como las ventanas con triple vidrio, con un marco más grande de lo normal, que cumple la función de aislar el ruido y generar hermeticidad y, también, su sistema de ventilación, el cual cuenta con un recuperador de calor por dentro, cuyo objetivo es posibilitar el ingreso de aire fresco constantemente, generando que esta corriente se precaliente de manera pasiva a través de estos flujos de aire”, destacó la arquitecta, quien estuvo acompañada en el edificio de la comuna de Lo Barnechea, por Marcelo Huenchuñir, arquitecto especialista en Arquitectura Sustentable, Eficiencia Energética y Passivhaus, quien estuvo a cargo del proyecto.
Theumer se refirió a la situación de Chile frente al avance de viviendas pasivas, asegurando que lo que falta es mayor difusión al respecto y argumentando que, si las personas conocieran mejor el objetivo del estándar Passivhaus, sin duda querrían integrarlo en sus casas o departamentos, ya que es un confort que una vez que se experimenta, nunca más se quiere vivir sin él. “Estamos empezando a ver un crecimiento a nivel sudamericano, ya que en Colombia están construyendo edificios, en Argentina certificamos recientemente las primeras casas pasivas, en Uruguay visitamos a un arquitecto que construye proyectos pasivos de casas con paja, y ya existe una red de personas que se han formado, que conocen el concepto, lo aplican en su contexto, así que solo resta difundirlo más, para que todos lo conozcan”, finaliza.
Asimismo, asegura que la desconfianza de las personas frente a un sistema nuevo como este, que les permite tener las ventanas de sus casas cerradas y es capaz de ventilarse solo, es algo normal, ya que también ocurrió en Europa y únicamente se puede remediar con una difusión íntegra y sistemática que aborde los principales beneficios del estándar Passivhaus.
“Contar con la visita de Susanne al Edificio La Huasa es muy positivo, ya que nos permite reafirmar que el proyecto cumple con los estándares exigidos en viviendas pasivas, que otorga un ahorro de más de 80% en calefacción y refrigeración, además de un mejor confort y calidad de aire interior, mediante un concepto innovador desarrollado con tecnología europea, con una envolvente superior, tres veces más gruesa que una convencional”, explica Ana María del Río, gerente Comercial de Siena inmobiliaria.
Susanne Theumer asegura que la educación de los profesionales involucrados, como arquitectos y constructoras, en estos procesos es factor clave y celebró que actualmente en Chile eso ya se está llevando a cabo. “Si los que se desempeñan en este campo conocen esta forma de construir mejor, se verá una evolución, ya que ellos tienen la capacidad para optimizar el proceso, lo que llevará a una baja de los costos y un mayor bienestar de las personas”, concluye.
A juicio de la arquitecta alemana, para lograr el objetivo “Passivhaus para todos”, que ella promueve hace más de una década, se requiere contar con el compromiso de capacitar y formar a los profesionales de este rubro, informar a las personas y sobre todo, dar a conocer ejemplos concretos de los beneficios que tiene este tipo de construcción, ya que, si bien los valores inmediatos de la inversión son elevados, los costos anuales son notoriamente menores, transformando la oportunidad de construir casas pasivas en algo beneficioso, en todo sentido.
El proyecto residencial La Huasa cuenta con un sistema de renovación de aire interior, que permite que los departamentos en su interior tengan aire puro los 365 días del año, manteniendo además una temperatura promedio anual de 21ºC, gracias a un sistema de intercambiador de calor. El edificio fue desarrollado bajo un sistema de construcción alemán pasivo y un alto estándar de hermeticidad en muros y ventanas, reduciendo las pérdidas energéticas en invierno y generando una menor ganancia de calor en verano.