Hasta el 29 de octubre estará abierta la votación de We Love Cities, competencia global que invita a apoyar los planes y proyectos contra el cambio climático de 60 ciudades alrededor del mundo.
Más de sesenta ciudades a nivel mundial se encuentran en carrera en el marco de la competencia ambiental We Love Cities (Amamos las ciudades), organizada por la organización de conservación WWF. Entre ellas destacan tres comunas chilenas: Peñalolén, Renca y Providencia.
El proceso de votación de We Love Cities abrió hoy 19 de septiembre y se extenderá hasta el próximo 29 de octubre. Según explica Uri Colodro, encargado de Cambio Climático y Ciudades de WWF Chile, esta iniciativa invita a todas las personas a votar por sus ciudades preferidas, compartir estas preferencias por redes sociales y también enviar sugerencias sobre cómo estas localidades pueden seguir mejorando y ser más sostenibles.
La ciudad que sume la mayor cantidad de votos y sugerencias en la página web, así como la que obtenga mayores votos e interacciones en Facebook, Twitter e Instagram vinculados a la campaña, será la ganadora. Cada ciudad cuenta con su respectivo hashtag, los que en el caso de las comunas chilenas son #WeLovePenalolen, #WeLoveProvidencia y #WeLoveRenca, que podrá ser utilizado para sumar votos a la ciudad de preferencia.
“Como WWF Chile invitamos a participar apoyando a alguna de las comunas chilenas en competencia, como una forma de visibilizar y destacar los esfuerzos que se están impulsando desde lo local para hacer frente de mejor manera al cambio climático y construir ciudades más resilientes a los efectos climáticos y ambientales en general”, sostuvo Colodro.
Cada una de las cartas nacionales en competencia pasó un proceso de preselección en el marco del llamado Desafío de Ciudades (One Planet City Chalenge) de WWF, que tuvo como ganadora chilena a la comuna de Peñalolén. En su gestión ambiental se destacó la actualización de su Plan de Acción Climática el año 2021, que tiene por objetivo mejorar la planificación y eficiencia energética en infraestructura; la generación de energía renovable; así como finanzas ordenadas; cooperación y sensibilización; y la movilidad sostenible.
Gracias a más ciclovías y el acceso a corredores de buses eléctricos de la RED Metropolitana de Movilidad, Peñalolén puede disminuir las emisiones del sector transporte, ayudando a alcanzar su objetivo de reducción de un 30% de sus emisiones para el año 2030, en comparación con su línea de base del año 2016.
Peñalolén también está mejorando la calidad de vida de la comunidad, al declarar como Reserva Natural Municipal el Parque Quebrada de Macul, cuya extensión de 2400 hectáreas lo convierte en uno de los “pulmones verdes” de la región, ahorrando 7,4 kilotoneladas de CO2 cada año.
En cuanto a Providencia, entre sus acciones de sustentabilidad destaca la instalación de 55 plantas productoras de energía solar distribuida, además de la constitución de la primera microrred urbana local. Ambas iniciativas, en conjunto, permitirán ahorrar 120 toneladas de CO2 cada año. Asimismo, promueve la movilidad peatonal, en bicicleta y en transporte público para reducir emisiones y cuenta con una potente estrategia para la conservación de los recursos hídricos. A esto se suma el aumento de superficie de pavimentos que absorben el agua de lluvia, irrigando las raíces del arbolado urbano, y el objetivo de reemplazar 74.000 metros cuadrados de césped por especies vegetales con bajo requerimiento hídrico, permitiendo ahorrar 16 millones de litros de agua cada mes.
Renca, en tanto, a partir del lanzamiento de su Plan de Acción Climática en 2019, también se está abriendo camino en la sustentabilidad comunitaria. Cuenta con un sistema de transporte eléctrico gratuito con más de 160 paradas que atiende a los adultos mayores de la comuna, permitiendo ahorrar 10 toneladas de CO2 al año. Con una nueva red de plazas denominadas como “Áreas verdes resilientes”, ofrece zonas de sombra y agradables bancas para el descanso, aumenta la superficie de áreas verdes a nivel local con plantas nativas y un bajo consumo hídrico y proporciona nuevas captaciones de aguas lluvias. Asimismo, tres escuelas de Renca contarán con paneles fotovoltáicos para producir energía solar, ofreciendo beneficios económicos a escala local y reduciendo las emisiones en 110 toneladas de CO2 por año.
